A partir de una investigación llevada a cabo por el Instituto de Ciencias Agropecuarias del Litoral, se evalúan y desarrollan las variedades de semillas, adaptadas a la región del cordón hortícola santafesino.

Una investigación que se está desarrollando en el Instituto de Ciencias Agropecuarias del Litoral (ICIAGRO Litoral) de la ciudad de Esperanza posiciona al Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) y la Universidad Nacional del Litoral (UNL) a la vanguardia del desarrollo genético de semillas de cannabis para uso medicinal. El innovador estudio, que fue aprobado recientemente por el Ministerio de Salud de la Nación y cuenta con aportes de la empresa santafesina Enersit SA, es llevado adelante por investigadores e investigadoras CONICET-UNL nucleados en el ICIAGRO Litoral y la Facultad de Ciencias Agrarias (FCA).

Uno de los objetivos de la iniciativa es desarrollar en esta región de la provincia de Santa Fe un semillero de cannabis medicinal de última generación, preparado para satisfacer las necesidades de un mercado que crece a nivel local.

El proyecto “Evaluación y desarrollo de variedades de Cannabis para uso medicinal” se lleva adelante bajo la dirección y codirección de Marcelo Zabala y Marcos Derita, con la participación de Carlos Dezar, Geraldine Richard y Silvia Imhoff, en el marco de un convenio de I+D con la empresa Enersit.

“Dadas las capacidades tecnológicas instaladas en el Instituto y FCA, donde hay un grupo que trabaja en mejoramiento de plantas y otro grupo que trabaja en la extracción y elaboración de productos naturales a base de plantas, generamos este convenio que busca, por un lado, ver la adaptación de variedades de cannabis en el cordón hortícola santafesino -nuestra hipótesis es que es una zona apta para este cultivo, ya que es intensivo- y, por otro lado, empezar a desarrollar cruzamientos entre diferentes materiales genéticos con el objetivo de generar diversas variedades de cannabis”, explicó Zabala, integrante del grupo REFINA (Recursos Fitogenéticos Nativos) del ICIAGRO Litoral y docente de la FCA.

En este sentido, el investigador aseguró que “la industria del cannabis a nivel nacional requiere de mucho estudio y desarrollo, cosa que actualmente no existe en la Argentina y es lo que estamos llevando adelante mediante este proyecto. Además, haremos evaluaciones claves para la región, para ver dónde es mejor cultivar cannabis y desarrollar semillas mejoradas genéticamente para favorecer su adaptación”.

El desarrollo de esta investigación está vinculado a un convenio rubricado en 2021 por la presidenta de Conicet, Ana Franchi; el rector de la UNL, Enrique Mammarella; y el presidente de ENERSIT SA, Leonardo Simonutti.

En julio de este año, el proyecto logró la aprobación del Ministerio de Salud de la Nación (Resolución 1433/2022), requisito sine qua non para el desarrollo de actividades que involucren la producción del cultivo de cannabis y la obtención de productos derivados, de acuerdo con la Ley 27.350 que establece el marco regulatorio para la investigación médica y científica del uso medicinal terapéutico o paliativo del dolor de la planta de cannabis y sus derivados.

El Instituto de Ciencias Agropecuarias del Litoral fue creado a fines de 2018 por el trabajo conjunto de investigadores de Conicet y docentes e investigadores de la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNL, donde tiene su sede. Ocupa una posición estratégica por su influencia sobre una amplia región que abarca el centro-norte de Santa Fe, el este de Córdoba, el sureste de Santiago del Estero y sur de Chaco.

La Red de Cannabis y sus usos medicinales (RACME), fue impulsada y coordinada por la científica del Conicet Silvia Kochen. Realiza –desde 2020– un trabajo en conjunto con investigadores e investigadoras en materia de cannabis medicinal, que aborda en comisiones de trabajo los siguientes puntos: la cuestión de la producción; la reglamentación de la Ley 27350; la investigación clínica; la investigación básica; el control de calidad; y de cómo comunicar sobre cannabis derribando los prejuicios instalados alrededor de la planta.

FuenteRDP / Prensa UNL
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