Lo aseguró Victoria Montenegro, nieta restituida, quien hoy presenta su libro “Hasta ser Victoria” en El Solar de las Artes. Fue apropiada por el mismo coronel que lideró el operativo donde fue secuestrada junto a su mamá y su papá.
Como parte de la propuesta de Estación Palabras, que se lleva a cabo en El Solar de las Artes (9 de Julio 2955), Victoria Montenegro presenta su libro “Hasta ser Victoria”. Ella es una nieta restituida y legisladora de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. La actividad está prevista para este lunes, a las 20. “En Argentina fuimos centenares los bebés robados. Las Abuelas (de Plaza de Mayo) encontraron 130. Soy una de ellos. Es parte del desafío es poder construir un puente con las nuevas generaciones”, sostuvo la escritora en su paso por ATP.
Acerca del encuentro con los y las jóvenes, Montenegro indicó que “los padres o las madres también fueron parte de nuestra generación”. “La dictadura dejó 30 mil personas desaparecidas. Los bebés que fueron apropiados hoy son padres y madres. Es importante para los jóvenes saber que esa historia no quedó en blanco y negro. Que tiene color y está en cualquier esquina. Por eso el compromiso de seguir buscando a los nietos que faltan”, argumentó al ponderar el valor de la memoria y la lucha.
En el camino hacia el conocimiento de la verdadera identidad, Montenegro comentó que una forma es “la propia duda” y la otra se vincula con “el entorno”. “Todos los bebés que fuimos apropiados llegamos a casas de mujeres que nunca estuvieron embarazadas. Lo que sucede ahora es que los hijos de las personas que no se animan a preguntar sí se lo preguntan. Esto también se trata de nuestros hijos porque es su historia, su legado”, adujo en virtud del trabajo de Abuelas de Plaza de Mayo.
Montenegro fue secuestrada junto a su padre y su madre en un operativo que se realizó en su casa, en Williams Morris (provincia de Buenos Aires), en febrero de 1976. “El jefe del operativo, el coronel Herman Tetzlaff, es quien luego me apropia. Y durante 25 años yo fui María Sol. Tetzlaff me dijo que mis papás murieron la noche del operativo en nuestra casa. Gracias al Equipo Argentino de Antropología Forense encontramos los restos de papá en 2011. Él no falleció en el operativo, sino que fue víctima de los vuelos de la muerte. Su cuerpo apareció en Uruguay, el 17 de mayo de 1976”, narró la nieta. Y agregó: “A mí mamá la sigo buscando”.
