Así lo definió Claudia Catalín, de la mesa Ni una Menos, sobre el juicio que ahora enfrenta el juez Rodolfo Mingarini.
Este martes comenzó el juicio contra el juez Rodolfo Mingarini, quien dejara en libertad a un acusado de violación por haber utilizado un preservativo. Mientras la Procuración de la Corte pide su destitución, desde los movimientos feministas se reforzó ese mismo pedido al considerar la grave falta que constituye la falta de perspectiva de género en la decisión del magistrado. Al respecto, Claudia Catalín, integrante de la mesa Ni Una Menos Santa Fe, expresó en su diálogo con ATP: “Estamos en las últimas instancias del proceso que comenzó el año pasado a partir de la conmoción pública que generó ver el video de Mingarini resolviendo en una causa en el que había que decidir sobre un imputado por una causa de violación con acceso carnal” y remarcó que a aquel acusado no se le dictó prisión preventiva.
La abogada también puso en foco las implicancias de la decisión del juez en términos penales. “El hecho de usar un preservativo cambiaba el tipo penal y evitaba que eso se considerara una violación. En ese momento, desde el movimiento de mujeres nos pusimos de acuerdo y armamos una denuncia con la doctora Paula Condrac (ésta última en representación de la Multisectorial de Mujeres). A partir de este caso hicimos un pedido formal de jury, entendiendo que este juez no tenía perspectiva de género. Incluso detectamos algunos micromachismos en las formas de dirigirse a las fiscales. Luego, fue admitida esa denuncia y conforme a la ley, es el procurador General de la Corte (Jorge Barraguirre) quien lleva adelante el proceso”, precisó Catalín. Justamente, el propio procurador fue quien encontró más de 10 causas a través de las cuales “se podía entender que había una ignorancia manifiesta del derecho”.
Entre los hechos graves en los que intervino Mingarini como juez, sobresale el de un adolescente de 13 años que tenía lesiones genitales, lo cual fue desestimado por el juez. Otro caso fue el de una niña que tenía crisis en la escuela, se detectó que tenía lesiones y “él consideró que esta nena tenía que ir al neurólogo”. “Estamos muy conmocionadas. No solo no se ajusta a derecho, ni tiene perspectiva de género, sino que tampoco fue respetado el interés superior del niño”, remarcó la abogada e hizo hincapié en “la forma en que Mingarini aplica el derecho”. A esto se añade: “Otro caso de abuso sexual en el que el juez antes había actuado como defensor del mismo caso y, luego, le dio indicaciones a la nueva abogada defensora”.