El militante social describió cómo el precio de los alimentos repercute en las barriadas, donde “mucha gente no come”.
Con un costo que supera los 89 mil pesos, la canasta básica total se convierte en un peso difícil de llevar para las familias que habitan en las barriadas. “Hay sectores que viven únicamente con los alimentos que aumentaron más. Se está por debajo de la línea de la indigencia. Eso es lo nuevo y lo preocupante”, refirió Rubén Sala, histórico militante social de oeste de la ciudad.
En diálogo con ATP, el dirigente barrial también habló de la precarización laboral, “con el agravante que eso quita aportes jubilatorios”. “La gente tiene hambre. La situación es muy similar a la de 2001. La diferencia es que hoy existen comedores populares y que existe una gran ayuda social que no alcanza. Pero hay mucha gente que no come”, precisó Sala.
“También hay que decir –acotó– que hay sectores que están ganando muy bien. El porcentaje de ganancia de las grandes empresas disminuyó la ganancia del trabajador. Eso está claro en los números”, recalcó.
