Matías Dalla Fontana reflexionó sobre el “alto rendimiento” que se corrió “de la obtención de récords hacia la carga de entrenamiento”. Apeló a contemplar la integralidad entre cuerpo, mente y alma.
Los Juegos Olímpicos que se disputan en Tokio pusieron de manifiesto presiones y malestares que atraviesan deportistas habida cuenta de las condiciones de las altas competencias. Al respecto, Matías Dalla Fontana, psicólogo, exintegrante de Los Pumas y fundador del proyecto Deporte Solidario, reflexionó: “Es una crisis generalizada a la que estamos asistiendo y tiene que servir para pensar qué modelo deportivo queremos llevar adelante en nuestras localidades y en nuestro país”.
En diálogo con ATP, el especialista indicó que “de un tiempo a esta parte, el deporte de alto rendimiento intentó correr las fronteras de la obtención de récords hacia la carga de entrenamiento. Se intentó correr nuevamente esas fronteras con el estudio de las hormonas. Hoy en día, incluso, se estudia la cuestión genética”. A partir de tales circunstancias, “se ha perdido de vista es la integralidad del ser humano: el cuerpo, la mente y el alma”.
Para Dalla Fontana lo que se impuso fue un “modelo de éxito”. “Un modelo de mercado que pone en primer plano el deporte espectáculo, las archi cifras que se mueven, las apuestas, el doping. Y se olvidó de cuidar la relación del deportista con su ámbito natural, que es el club, la sociedad primaria, incluso, con la familia”. De esa forma, “se puso en contradicción el alto rendimiento y la institución de referencia”.
El caso más resonante en estos días sobre esta situación se remite a Simone Bile, figura de la gimnasta artística quien decidió dejar de competir en Tokio 2020 invocando la necesidad de proteger su salud mental y física. Después de esa decisión, la estadounidense comunicó su baja en el concurso individual y en las finales de salto y barras asimétricas.