El director del Banco Nación explicó que el gobierno nacional “se corrió de una extorsión” al dejar sin efecto la intervención de la firma. También dio cuenta del vaciamiento a favor del holding Family Group, inscripto en Uruguay.
“El gobierno se corrió de una suerte de extorsión porque había quedado, junto al gobierno provincial, enredado en el pago chico de Vicentín”. De esa forma, Claudio Lozano, director del Banco Nación, justificó la decisión del Ejecutivo nacional de dejar sin efecto la intervención de la compañía. En contacto con ABC1 (que se emite domingo, las 23 por Somos Santa Fe y Somos Rafaela; y a las 21, por Somos Rosario), acotó que “el juez (Fabián Lorenzini) que interviene en el concurso tiene una actitud de absoluta parcialidad y de permisividad ante las irregularidades de la empresa que, hasta el momento ni siquiera ha presentado el balance de 2019”.
En ese orden, el funcionario hizo hincapié en que el magistrado “no acató el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU), tampoco le hizo lugar a la intervención de la provincia de Santa Fe y, en la práctica, generó audiencias de mediación donde el gobierno provincial le pedía permiso a los dueño de Vicentín para poder intervenirlos. Una situación insólita”, consideró. Al margen de lo cual, la administración de Alberto Fernández busca ahora que “las iniciativas judiciales desentrañen lo ocurrido y, en ese marco, recuperar el dinero vinculado a la banca pública”.
Al respecto, Lozano denunció que “lo que debe quedar claro es que ha habido un vaciamiento de Vicentín Argentina sobre la base de cambiar la cabeza del holding empresario a Vicentín Family Group, inscripto en Uruguay”. Del mismo modo, el titular del Banco Nación subrayó que aún los trabajadores se encuentran en una situación de incertidumbre, tanto como que continúa vigente la posibilidad de que se extranjerice la firma. “Hay 130 mil personas involucradas en la crisis de este grupo empresario por su manejo irresponsable. Todo sigue vigente”, adujo.
En otros términos, el funcionario sostuvo que la línea a seguir para cobrar lo que adeuda la compañía es “demostrar que hubo una quiebra fraudulenta sobre la base de un vaciamiento que implica poner en cabeza del grupo que está en Uruguay parte de la estructura patrimonial de Vicentín Argentina”.