Así opinó María Eugenia Iribarren, a cargo de la Segunda Circunscripción del órgano, al dar cuenta de la investigación que permitió las detenciones de Patricio Serjal y Gustavo Ponce Asahad.

Pocos días atrás, María Eugenia Iribarren fue designada jefa de fiscales de la Segunda Circunscripción de la provincia –con sede en Rosario–, tras la imputación y detención de Patricio Serjal por presuntos vínculos con el delito organizado. En diálogo con ABC1 (que se emite domingo, las 23 por Somos Santa Fe y Somos Rafaela; y a las 21, por Somos Rosario), la funcionaria judicial expresó que “la investigación duró unos 15 días” a partir de la declaración de una persona en carácter de arrepentida.

Fue un fuerte impacto porque tener que acusar a nuestros colegas no es fácil. Pero tampoco ninguno de nosotros dudó en hacer lo que correspondía y seguir adelante con la acusación, la imputación y el pedido de prisión preventiva”, sostuvo en virtud de lo que se develó dentro del ámbito de la Fiscalía y que también “repercute en muchos otros ámbitos de la provincia, particularmente en el juego clandestino”.

Por otra parte, Iribarren fue consultada sobre la injerencia política a la hora de evaluar y sancionar el desempeño de los fiscales. A propósito, aclaró que se trata de “una cuestión de diseño institucional”. “Que sea exclusivamente la Legislatura la que pueda investigar las faltas de los fiscales socava la fortaleza de lo que debe ser el Ministerio Público de la Acusación (MPA). (Éste) es un órgano que está dentro del Poder Judicial y que se otro de los poderes del Estado el que exclusivamente se arrogue esa facultad, sin lugar a duda, no colabora a un Ministerio Público de la Acusación fuerte que es lo que se necesita para la persecución penal del delito”, fundamentó. Y bregó por un “replanteo más allá de la coyuntura” en función de pensar a largo plazo sobre “qué Ministerio Público queremos” para la ciudadanía de la provincia de Santa Fe.

En el mismo tono, la fiscal agregó “que haya un corrupto de la organización nos afecta en la credibilidad de todos para los que trabajamos para proteger los intereses de la gente. Que esta investigación, que nació cien por ciento de la misma fiscalía, es un paso que legitima al propio MPA y a todos los otros fiscales”, ponderó. En tanto, remarcó: “Ninguno quiere que la gente deje de confiar en nosotros porque hay un corrupto”.

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