Entre marzo y junio pasado, el volumen de dinero operado en cheque electrónico aumentó 67 veces, 2.167 millones a 138.268 millones de pesos; mientras que la cantidad de emisiones se multiplicó por 22.
El cheque electrónico (Echeq) –que comenzó a funcionar en la Argentina hace solo un año– en los últimos meses se transformó en uno de los principales medios de pago y financiamiento elegidos por las pymes en medio de la pandemia de coronavirus.
Entre marzo y junio pasado, el volumen de dinero operado en Echeqs aumentó 67 veces (de $ 2.167 millones a $ 138.268 millones) mientras que la cantidad de emisiones se multiplicó por 22, al pasar de 14.014 en febrero a 307.841 en junio, según datos del Banco Central.
Un fenómeno similar se replicó en el Mercado de Valores (MAV) donde de las 21.402 operaciones de descuento de cheques de pago diferido –principal fuente de financiamiento de las pymes– realizadas en junio, unas 7.532 (35%) se hicieron por medio de un Echeq.
«Es una herramienta muy simple que tuvo un despegue extraordinario», apuntó Simón Carman, gerente comercial de Garantizar, la Sociedad de Garantía Recíproca (SGR) que realizó el 50% de las transacciones con Echeq en el MAV durante este año.
Asimismo, el aval de una SGR para el descuento de cheques en el mercado de capitales permite realizar la operación con una tasa de descuento del 19% para documentos de hasta 60 días y del 25% para cheques a 365 días.
«Hubo una tecnificación del empresario pyme que se dio cuenta que, en lugar de mandar cheques físicos por una moto, podía hacerlo de manera más rápida y segura. Tiene un potencial enorme», aseguró en diálogo con Télam.
Si bien los más de 307 mil cheques electrónicos emitidos en junio representaron el 8% de los 3,8 millones de cheques físicos operados el mismo mes, sorprende su crecimiento en tan poco tiempo.
Emitido desde casi cualquier cuenta de homebanking con una cuenta corriente abierta, el cheque electrónico permite asegurar su trazabilidad; anula el riesgo de extravío, ya que se acredita de forma instantánea; puede endosarse hasta 100 veces; y permite consultar la cadena de endoso antes de aceptarlo para su gestión.
También reduce los costos operativos y evita los rechazos por fallas formales, adulteraciones, extravíos o robos.
Aunque algunos bancos empezaron a ofrecerlo el año pasado, hoy casi todos tienen al cheque electrónico como opción de pago tanto para personas físicas como para jurídicas.
«El cheque electrónico tiene cada vez mayor aceptación entre nuestros clientes. Comenzamos en enero con 300 emisiones y cerramos junio con más de 30 mil por más de ocho mil millones de pesos», dijo Atilio Velaz, gerente de Desarrollo de Soluciones Empresas de BBVA en Argentina.
El crecimiento también fue exponencial en otros bancos como el HSBC, donde de 19 millones de pesos operados con Echeq en marzo se pasó 8.698 millones de pesos en junio (46.021% en cuatro meses), o el Galicia que, en junio, emitió 125 mil cheques electrónicos, un 2.300% más que en marzo.
«En los últimos días de junio, casi mil clientes operaron por día cheques electrónicos con un volumen promedio de 700 millones de pesos. El 26 de junio registramos una operatoria emisión, endoso y depósito por 1,22 millones de pesos», aseguraron desde el Banco Macro.
También en junio el Santander emitió más de 41 mil cheques electrónicos por más de 21.400 millones de pesos, casi 14 veces más de monto con respecto a marzo y de 20 veces el volumen de cheques que el mismo mes.