Alberto Fernández se sumó así a un llamado conjunto formulado por Estados latinoamericanos, del Caribe y España para que el FMI y otros organismos internacionales den una respuesta «oportuna y decidida» a la región, frente a la crisis mundial.
El presidente Alberto Fernández pidió el «alivio inmediato de la deuda de los países más pobres del planeta» y se sumó así a un llamado conjunto formulado por Estados latinoamericanos, del Caribe y España para que el FMI y otros organismos internacionales den una respuesta «oportuna y decidida» a la región, frente a la crisis mundial causada por la pandemia de coronavirus.
El jefe de Estado participó de una conferencia con líderes latinoamericanos y caribeños, en forma virtual y convocada por el gobierno español, que concluyó con una declaración conjunta, en la que los países reiteraron la necesidad de “adoptar un enfoque innovador y ambicioso que permita mitigar el impacto de esta crisis” y responder “de forma oportuna y decidida».
En el documento se postuló también que los bancos y organismos financieros internacionales aumenten los recursos destinados a la región, flexibilicen sus instrumentos y agilicen los procesos de desembolso, entre otras cuestiones.
“Debemos apoyar el alivio inmediato de la deuda de los países más pobres del planeta», afirmó Fernández y consideró «imprescindible examinar la posibilidad de establecer un nuevo marco general de reestructuración de deuda pública, debido al impacto fiscal de las medidas domésticas frente a la crisis sanitaria, bajo criterios de justicia y sostenibilidad para deudores y acreedores”.
Además de Fernández participaron los presidentes de Colombia, Costa Rica, Chile, Ecuador, Perú, Paraguay, República Dominicana y Uruguay.
Estuvieron también la Directora Gerente del FMI, Kristalina Georgieva; el vicepresidente del Banco Mundial, Carlos Felipe Jaramillo; el presidente del BID, Luis Alberto Moreno; y representantes de la CAF, el Banco Centro Americano de Integración Económica, la Cepal y la Segib.
En cuanto a la situación de la deuda argentina, el mandatario argentino reivindicó la «negociación de buena fe» que lleva adelante su gobierno con la perspectiva de «restaurar las condiciones de crecimiento post pandemia, recobrar la capacidad de pago y garantizar un sendero de crecimiento sostenible, que no reproduzca desigualdades”.
Fernández formuló un llamado a la acción conjunta y pronosticó que, en caso contrario, «la pandemia del desempleo, la desigualdad, la pobreza y el hambre se expandirá por la región con la voracidad de un virus contagioso”.
La Conferencia de Alto Nivel para promover la iniciativa «Juntos por una respuesta para América Latina y el Caribe ante la Covid-19» surgió por iniciativa del presidente del gobierno de España, Pedro Sánchez, con el objetivo –entre otros– de diseñar «políticas económicas equilibradas, medioambientalmente sostenibles e inclusivas que promuevan el progreso social y no dejen a nadie atrás».
La idea es que la coalición de países, los organismos regionales e instituciones financieras internacionales articulen «instrumentos de apoyo, tanto de financiación como de asistencia técnica para hacer frente a las consecuencias socio-económicas de la crisis y recuperar cuanto antes la senda del crecimiento inclusivo y sostenible”.
«La Conferencia ha concluido con un llamamiento a las instituciones financieras internacionales y regionales para que habiliten mecanismos de asistencia financiera y técnica adaptados a las necesidades de la región», sostiene el documento.
Fernández propuso la creación de un Comité Global para el Manejo de Crisis, cuyas funciones incluyan el intercambio de información sobre contagios, el desarrollo de vacunas y tratamientos, la implementación de testeos masivos, y la coordinación de salidas progresivas a las restricciones al transporte y el comercio internacional.
“La gobernanza de la crisis, que está lejos de concluir, es el primer desafío que debemos acordar en conjunto”, marcó el presidente y propuso «un cambio en la visión sobre el rol del Estado y el sistema financiero».
Por su parte, Sánchez advirtió que el impacto del coronavirus en Latinoamérica «supone un enorme riesgo a nivel global” debido a que «la región es motor de crecimiento de la economía internacional y actor clave en la protección de los bienes públicos globales”.
Frente a este escenario, Sánchez alertó que, pese a ser la región del planeta «más golpeada por la pandemia», la mayoría de los países de Latinoamérica y del Caribe «no tienen acceso a varias de las iniciativas internacionales adoptadas para los países más pobres del mundo».
Con esta óptica, los participantes de la videoconferencia exhortaron -en la declaración final- a que se «eleven los flujos de inversión» en la región y que se «respalden medidas como la reestructuración y alivios de deudas por parte de los organismos internacionales».
El encuentro contó con la participación de los jefes de Estado de Chile, Sebastián Piñera; Colombia, Iván Duque Márquez; Costa Rica, Carlos Alvarado Quesada; Ecuador, Lenin Moreno; Perú, Martín Vizcarra; Paraguay, Mario Abdo Benítez; República Dominicana, Danilo Medina; y Uruguay, Luis Lacalle Pou. También formó parte la primera ministra de Barbados y presidenta de la Comunidad del Caribe (Caricom), Mia Mottley.