Rubén Sala, dirigente barrial de Santa Rosa de Lima, y Guillermo Ifrán, de la Asociación Civil Inuma, recordaron el pacto de silencio y la cadena de impunidad que protegió a Carlos Reutemann como responsable y culpable.
La dirigencia y la solidaridad a los ponchazos, fuera de la órbita del Estado, fue uno de los emergentes que más orgullo generó en el horrible escenario que planteó la inundación de 2003.
Pero después que se fue el agua, vino lo peor: volver a los hogares devastados, o lo que quedaba de ellos. Y peor aún, la lucha despareja para pedir Justicia, en la que los protagonistas eran los poderosos e impunes y los arrasados por el Salado.
De estos temas, en detalle se acordaron Rubén Sala (dirigente barrial de Santa Rosa de Lima) y Guillermo Ifrán (de la Asociación Civil Inuma), en una charla en el programa televisivo Apto para Todo Público.
“Con todas las cosas que están pasando, recién me di cuenta del 29 de abril ayer, debe ser una cuestión que internamente se quiere olvidar, seguro que es así”, dijo Sala.
“La herida no cierra por el profundo dolor que produce la impunidad, este día es de recuerdo permanente de tanta gente, vecinos, seres queridos que un mal nacido produjo, supuestamente la gente lo votó para que nos llevara a una mejor situación”, dijo por su parte Ifran.
Sobre las sensaciones que le produce, Sala afirmó que “lo vivo con una mezcla de alegría por los que están, por lo que hicimos que fue lo correcto, pero también con bronca porque nadie pagó nada, y no hablo solamente de la Justicia, sino del resarcimiento económico”.
Inundación de 2003: La deuda de la justicia y el senador impune
A su turno, Ifrán describió que “produce un profundo dolor y bronca, porque el autor de esta situación (en referencia a Carlos Reutemann), esta catástrofe evitable, este asesinato hídrico, sigue suelto y con una cadena de complicididad producida en su momento por el acomodo de sus familiares, amigos, en la Suprema Corte de Justicia”.
Sala coincidió y argumentó que “Reutemann fue el responsable principal, pero hubo una cadena de silencio que se desparramó por un montón de lugares, inclusive interpartidaria, el poder no es él solo, sino todos los que tienen poder y lo encubren”.
En cuanto al peso que tiene la inundación de 2003 en el presente, Ifran, afirmó: “El cordón oeste es la zona más sufrida de la ciudad, después se sumó el norte y la costa por diferentes motivos, pero pasaron 17 años y al cordón oeste le cuesta muchísimo levantarse”.
Desde Santa Rosa de Lima, Sala evaluó que “nos hemos recuperado la mayoría, pero hay gente que quedó golpeada y eso se ve, para la gente grande no tener una foto de su padre es tremendo”.
Por último, Ifrán delimitó la responsabilidad y la situación: “El río no nos hizo daño, él (por Carlos Reutemann) es el culpable y el responsable de todo, no soy muy creyente, pero estoy seguro de que la va a pagar, lo que hubiésemos querido al menos es verlo donde debe estar, es decir preso”.
A su turno, Sala finalizó y dijo: “Alguna vez estuve con el ex intendente Álvarez y me dijo que estaba escribiendo un libro en el que iba a contar todo lo sucedido, pero ese libro no llegó a salir, ojalá que alguien de su entorno tenga algo de lo que él escribió”.