Por el aislamiento buscan sobrevivir, en tanto no están sujetos a la entrega de subsidios. Dependen del aporte de las familias y unos 260 docentes ven con preocupación el pago de sus salarios.
El aislamiento social, preventivo y obligatorio que, hasta el momento, se prolonga hasta el 26 de abril ocasiona adversidades a varios sectores de la economía, de la producción y del trabajo. Uno de los rubros afectados notoriamente son los jardines de infantes privados, que dadas las condiciones de salubridad en procura de evitar la transmisión del Covid 19, seguramente estarán cerrados por algún tiempo más. En función de ese panorama, “el objetivo es que nuestra problemática pueda ser vista por nuestros gobernantes”, sostuvo Fernando Collado, representante de Jardines Agrupados de Santa Fe.
Desde esa perspectiva, planteó la falta de observación por parte del sistema educativo de la infancia que va desde los 45 días hasta los tres años. “Los salvatajes que han salido hasta ahora no nos tienen incluidos. Queremos entablar un diálogo para hacerlos conocer sobre nuestra situación y empezar a buscar soluciones”, planteó en diálogo con ATP vía Instagram.
Al tratarse de jardines privados no están sujetos a subsidios de ningún tipo, “dependemos de las familias”. Al respecto, Collado marcó dificultades de cara al futuro inmediato. “Estamos trabajando de manera virtual para no desaparecer de la actividad. Si bien el trabajo es más difícil, las familias se comprometen mucho con las actividades que les mandamos”, expuso Collado. Sin embargo, una de las principales preocupaciones es “la cobertura de sueldos de nuestros docentes”. “Somos 39 jardines habilitado en la ciudad, 28 agrupados. Son alrededor de 260 docentes que tienen la angustia por no saber qué va a pasar”, manifestó, así como la tasa de pago por parte de las familias ronda entre el 35 y el 50%.