Las manifestaciones en el país trasandino no cesan. Los sectores populares siguen firmes contra las políticas neoliberales y enfrentando los abusos de los carabineros. En esta nota, el testimonio de un dirigente social chileno.
Chile entró en el tercer día consecutivo de huelga general y el noveno de manifestaciones populares que desafiaron a los militares en la calle y al toque de queda.
La situación social, lejos de encauzarse, genera más resistencia de los sectores que explotaron y se vienen expresando en los últimos días.
Aland Castro, dirigente nacional de los pobladores de Ukamau, dialogó telefónicamente con los panelistas del programa televisivo Apto para Todo Público y dijo que “no se avizora una pronta solución”.
Castro sostuvo que las intervenciones políticas que se vieron hasta ahora “son anuncios cosméticos, de la agenda política de la derecha, la gente respondió con más movilización”.
El dirigente destacó que aún “se espera la movilización más grande de la vuelta de la democracia”.
También indicó que “el modelo que dejó Pinochet se basa en decir que la política es mala para desafectar a los grandes sectores populares de la misma”.
“Los que venían a ayudarnos a salir de la dictadura terminaron siendo peores y hay que reconstruir esas legitimidades, hay dos posibles salidas, el auto golpe o que Piñera entienda que debe soltar y distribuir”, enfatizó el militante social chileno.
Contrariamente, opinó que “si siguen protegiendo sus privilegios y dándonos sus bonitos discursos no se va a reconstruir la legitimidad, esperamos que al final de mes se traduzca en progreso concreto con mejores salarios, no sólo que saquen los milicos de las calles”.
También pidió que “se tomen medidas que cambien las cuestiones estructurales del modelo de concentración de riquezas en el país”.
Sobre el accionar de los carabineros dijo: “el nivel de abuso que hay hoy es peor que el de la dictadura, estamos viviendo un descontrol de la violencia porque la derecha no puede estabilizar la situación”.
“Chile es vendido como utopía por su sistema económico bueno, pero es una mentira”