Así lo dijo Marcelo Morilla, vicepresidente de la Unión Industrial de Santa Fe. La entidad pide evaluar alternativas para el pago del bono que pidió el presidente. “Los costos van aumentando y las ventas van cayendo”, resumió el dirigente.

El presidente de la Nación, Mauricio Macri, la semana pasada agitó en sus discurso la postura de que al sector de los trabajadores privados se les pague un bono de $5000.

Sin embargo, con el paso de las horas, desde el mismo Ejecutivo, fue el ministro de la Producción y Trabajo, Dante Sica quien salió a decir que “el bono todavía no estaba cerrado”.

Antes de esa intervención, hubo gritos puestos en el cielo por parte de voceros de diferentes sectores patronales con una línea clara: la imposibilidad de cumplir con el pago.

En Santa Fe Marcelo Morilla, vice presidente de la Unión Industrial local brindó su parecer y algunas posturas institucionales en el programa televisivo Apto para Todo Público.

El dirigente evaluó que el pedido de Macri “es agregar un poco más de presión a la situación problemática por la que venimos atravesando los industriales y podemos agregar los comerciantes”.

Las tarifas, las tasas exorbitantes, la caída del consumo “hacen que sea una situación complicada y se carga sobre nuestra espalda la responsabilidad de reactivar la economía”, dijo.

“No es que no queremos que la gente tenga más dinero en el bolsillo, de hecho necesitamos que se reactive el consumo interno, pero para pagar el bono hay que evaluar alternativas, algún financiamiento del Estado a tasa blanda, por ejemplo”, analizó y solicitó Morilla.

También dijo que “hay que ver dónde va a ir el dinero que reciba la gente, creemos que va a ir a cancelar deudas o mejorar la situación con el sistema financiero, necesitamos que se vuelque en otro lado”.

De la misma manera, fue crítico del pedido en los siguientes términos: “el presidente pidió que le pongamos el hombro a la situación, pero le estamos poniendo el cuerpo, a costa de nuestra salud, o la de nuestra familia es muy estresante ser empresario en general e industrial en particular en Argentina”.

“Los costos van aumentando y las ventas van cayendo, no hemos encontrado el piso todavía, se va tratando de paliar con medidas a corto plazo, pero de esta forma es imposible desarrollar un país industrial”, describió el vicepresidente de la Unión Industrial.

Al analizar la situación del país, Morilla afirmó que “el lugar que tienta hoy al inversor es el financiero, si yo tuviera la plata de la fábrica, hoy en la mano, olvidate de que hago la fábrica”.

No con poco pesimismo, indicó que “volver a índices de producción de 2011 nos va a llevar como mínimo 10 años, o sea estamos hablando de volver a un lugar al que estábamos”. Y seguidamente diferenció: “crecer no significa desarrollarse”.

Posando la mirada en social y consultado acerca de qué piensa de quienes apuestan a que el país sólo debe exportar para insertarse en el mundo, Morilla afirmó que “la importancia de la industria es incluir a las personas con trabajo y dignidad, que quedan fuera del modelo exportador”.

Sobre el futuro del país, vaticinó que “el gobierno que venga no va a tener margen de maniobra prácticamente, se vienen tiempos complicados, hay que ir por un pacto social, hay que sentarse a planificar el 2020, sentar las bases y proyectar lo que venga”.

“Argentina necesita 30 años de desarrollo industrial ininterrumpidos”, concluyó.

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