Según el Instituto para el Desarrollo Social Argentino, en nuestro país la falta de trabajo en adultos es del 8% mientras que para los jóvenes es de 27%.
“En Argentina la tasa de desempleo de los adultos es del 8% mientras que la tasa de desempleo juvenil es de 27%, lo que hace una relación de 3,4 veces”, sostiene el último informe del Instituto para el Desarrollo Social Argentino (Idesa). De esa forma, se pone de manifiesto que la situación de la falta de trabajo golpea directamente a la población más joven.
El estudio también refleja que “el sistema de transición de la educación al trabajo comprende al conjunto de instituciones educativas y laborales que condicionan el tránsito de los jóvenes al empleo”. En particular, se hace hincapié en que “contempla la estructuración de modalidades y contenidos educativos, la conexión de las escuelas con las empresas y las regulaciones que rigen las prácticas laborales y las primeras experiencias en el empleo”.
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— IDESA (@IDESAar) August 4, 2019
Idesa también da cuenta de datos de otros países:
En Alemania, Austria y Suiza la tasa de desempleo de los adultos es del 4% mientras que la tasa de desempleo juvenil es de 8% haciendo una relación de 2.
En Francia, Bélgica y España la tasa de desempleo de los adultos es de 10% mientras que la tasa de desempleo juvenil es de 27% haciendo una relación de 2,7.
En Argentina la tasa de desempleo de los adultos es del 8% mientras que la tasa de desempleo juvenil es de 27% haciendo una relación de 3,4.
“Estos datos muestran que, si bien es una constante que los jóvenes sufren más desempleo que los adultos, las brechas son muchos más altas entre los países latinos que en los germánicos”, explica el informe.
“Es una evidencia potente sobre el alto impacto social que tiene la forma en que se conciben los sistemas de transición de la educación al trabajo. En esta comparación aparece la Argentina como un caso extremo de discriminación contra los jóvenes, fruto de instituciones educativas y laborales poco sensibles a sus necesidades”, agrega.
Y define: “Las escuelas secundarias en Argentina sufren la consecuencia de estar orientadas a dar una formación muy enfocada en la continuidad universitaria. Son marginales los contenidos y las acciones para dar empleabilidad a pesar de que la mayoría de los jóvenes no irán a la universidad. La articulación con empresas, ya sea para la formación o para prácticas educativas, es asumida de manera pecaminosa y entre los empresarios es impulsada más por motivaciones de responsabilidad social empresaria (RSE) que como estrategias de formación de los recursos humanos. Los resultados son contundentes: sólo el 40% de los jóvenes termina la secundaria en tiempo y forma y un 10% adicional la termina con retraso. Esto implica que la mitad de los jóvenes aborda el desafío de conseguir su primer empleo con el lastre de no haber terminado la secundaria y sin formación para el trabajo”.