De esa forma, Sergio Kohen, papá de uno de los chicos que falleció en la tragedia de Ecos, destacó que el máximo tribunal de la Nación haya dejado sin efecto la prescripción de la causa.
La Corte Suprema de Justicia de la Nación dejó sin efecto la sentencia que había declarado la prescripción de la causa por la tragedia del Colegio Ecos y ordenó dictar un nuevo pronunciamiento. De esa forma, el máximo tribunal le puso fin a la resolución de la Corte Santafesina que había declarado la extinción de la acción penal por prescripción y revocado la condena de quien se había considerado era el responsable en calidad de autor de varios delitos de homicidio y lesiones por imprudencia.
El terrible siniestro ocurrió el 8 de octubre de 2006, cerca del kilómetro 689 de la ruta nacional Nº 11, a 200 kilómetros de nuestra ciudad. Perdieron la vida 12 personas, incluyendo nueve estudiantes y una docente que habían viajado a hacer tareas solidarias a la provincia de Chaco, y casi 40 resultaron heridas.
Elena Highton de Nolasco, Juan Carlos Maqueda, Ricardo Lorenzetti y Horacio Rosatti consideraron, al remitir al dictamen del procurador, que la decisión apelada carece de la adecuada fundamentación que se exige a los pronunciamientos judiciales, y por ello hicieron lugar a la queja declarando procedente el recurso extraordinario de conformidad con la doctrina sobre arbitrariedad de sentencias. Carlos Rosenkrantz, en disidencia, sostuvo que la sentencia que venía siendo recurrida no era arbitraria y por tanto consideró que correspondía desestimar la queja traída.
Sergio Kohen, papá de Nicolás, uno de los chicos que falleció, destacó que la Corte Suprema de Justicia de la Nación haya dejado sin efecto la sentencia que había declarado la prescripción. Consultado en Radiópolis (Radio 2), señaló: “Es algo positivo si bien sabemos que la Justicia que llega tarde no es justicia pero lo tomamos con una llamada de atención para la Justicia santafesina. La Corte está diciendo con esto es que hubo una constante impericia de los jueces”.
Para Kohen, la causa tuvo varias impericias y complicaciones. “Primero porque el querellante era el Estado, después la falta de preparación de los jueces de los distintos segmentos, la desidia, la complicidad con ciertos intereses, como por ejemplo Protección Mutual que retiraba los expedientes y no los devolvía y dos años para emitir una sentencia”, esgrimió.