El dirigente radical dijo no sentirse representado por los dichos del ministro. “No vamos a tolerar que algunos tipos con cargos circunstanciales atropellen nuestra historia”, sostuvo.
Tras el desfile del 9 de Julio, que incluyó a Aldo Rico en silla de ruedas junto a los Hérores de Malvinas, la polémica no para.
Vale recordar que el ministro de Defensa Oscar Aguad (apodado “El Milico” y una de las espadas radicales del gabinete nacional) había minimizado la situación. “Aldo Rico tiene derecho a desfilar; Carapintadas fue algo chiquito”, fueron los dichos calificados de “polémicos” en los más diplomáticos de los casos. Por esta situación, el propio funcionario pidió disculpas, dio marcha atrás y manifestó que “rechaza cualquier alteración al orden democrático”, pero no alcanzó porque las respuestas a la metida de pata siguen llegando.
En Santa Fe, Sebastián Cáceres sostuvo que lo ocurrido “es de gravedad institucional porque la Constitución misma prevé una sanción para aquellos que lleven adelante el delito de sedición, que se levanten contra las autoridades, pero en especial para nosotros los radicales”.
El dirigente aseveró en el programa de televisión ATP que “uno de los grandes legados que nos dejó Raúl Alfonsín es sentar las bases para consolidar la democracia”.
Se mostró contrario a los dichos vertidos por Aguad y opinó: “Que un ministro nacional, particularmente radical minimice un hecho como este, que lo permita el gobierno nacional, me parece que es un error grosero, o bien es una posición política perversa”.
Por último, Cáceres dijo que “nuestro partido nació al calor de una revolución, no vamos a tolerar como radicales que algunos tipos que tienen cargos circunstanciales y coyunturales atropellen toda nuestra historia política”.