Es según un estudio realizado por el Observatorio Social de la UNL. La prueba analiza los efectos a corto plazo que genera la Universidad pública en términos económicos y sociales en el territorio. Por cada peso del presupuesto se generan 3,43 de producto en la región.
Con un gasto directo de más de 4.900 millones, el impacto total que genera la UNL en su conjunto es superior a los 7.800 millones de pesos sobre el producto de la región”, así se desprende de las conclusiones de un informe realizado por el Observatorio Social de la UNL.
El estudio se titula “La contribución socioeconómica en la región de la Universidad Nacional del Litoral”, y fue realizado en el marco del “Proyecto SUMA Towards Sustainable Financial Management of Universities in Latin American”, a cargos de los contadores Germán Bonino y Darío Mejias, y desarrollado junto al Observatorio Social bajo la dirección de Roberto Meyer y de Leonardo Bassan, Agustina Huespe y Federico Meyer.
Analizaron el efecto a corto plazo que genera la presencia de la UNL, tomando como referencia datos del año 2017 y la Matriz de Insumo Producto de Argentina 2004, concluyendo que los sectores que reciben mayor impacto son la administración pública, comercio, industria manufacturera y actividades inmobiliarias, entre otras.
La presencia de la UNL tiene innumerables impactos en la provincia de Santa Fe y sus alrededores: creación de empleo, formación de capital humano, por sólo mencionar algunos. Con sede principal en Santa Fe y centros universitarios en Esperanza, Reconquista-. Avellaneda, Gálvez, y Rafaela-Sunchales, la presencia de la Universidad influye con firmeza no sólo en términos educativos y culturales sino también en el desarrollo económico y social de la región, para este análisis se tuvo en cuenta toda esta zona.
“Las Universidades no sólo somos instituciones que ofrecen educación e investigación, sino también cumplen un papel fundamental en el desarrollo económico del territorio. Este informe da cuenta de que el principal rol de la Universidad es educar, formar e investigar, y también la UNL genera impactos positivos que influyen en la competitividad, el crecimiento económico y el desarrollo social de nuestro territorio”, valoró el rector Enrique Mammarella.
Impactos económicos.
En primer lugar, la Universidad realiza su actividad en el sector servicios, empleando a un elevado número de personas a los que remunera generando rentas salariales. En segundo lugar, invierte su presupuesto en la compra de bienes y en la contratación de servicios de empresas ubicadas en la región.
Al analizar los efectos sobre el valor agregado, si se considera a la UNL como agente de gasto, el efecto en la región es de alrededor de 4.600 millones de pesos.
Con una erogación directa de poco más de $500 millones, el impacto que genera la Universidad como agente de gasto es superior a los $1.000 millones. Por lo que se puede deducir que por cada peso que gasta la universidad, el impacto generado en la región es igual a $1.88.
Y los sectores beneficiados en mayor medida son la administración pública –por el pago de salarios y aportes patronales– la construcción, industrias manufactureras y comercio.
Mientras que al poner la lupa sobre el valor agregado, el mayor efecto se da nuevamente en la administración pública, seguido por el comercio, la construcción y la industria manufacturera.
En el estudio, los impactos económicos son evaluados en términos de incrementos de la producción y de valor agregado y se consideran los impactos directos e indirectos que se generan en la región, a través de lo que se conceptualiza como análisis de impacto. Este informe se enmarca dentro de la metodología Input-Output que estudia la interrelación que existe entre la producción y el consumo de todas las ramas de la economía en una zona geográfica específica en un momento determinado.
En cuanto al efecto sobre el empleo en la región, solamente teniendo en cuenta el empleo directo, la UNL genera más de 5.300 cargos, lo que la convierte en una muy importante fuente laboral.
Por otro lado, el estudio aclara que deja fuera de análisis tanto los impactos inducidos como los gastos de los estudiantes de pre y posgrado, de los visitantes y asistentes a congresos, seminarios y cursos organizados por la Universidad, “de modo que los impactos calculados son considerablemente menores a los que realmente produce la existencia de la UNL”, se asegura.
Universidad, estudiantes, empleados.
Además, en el informe se tuvieron en cuenta tres categorías: La inversión de la propia UNL, el gasto de los estudiantes y el gasto de los empleados de la Universidad.
Si se tiene en cuenta lo que recibió la UNL en 2017, una partida presupuestaria de $2.283.427.267,32 proveniente de Nación, por cada peso que invirtió para su funcionamiento generó $3,43 de producto en la región.
En tanto, por cada peso que invierte la Universidad, el producto generado en la región es igual a 1,88 pesos.
Mientras que por cada peso que invierten los estudiantes en su formación, el impacto generado es de 1,56 pesos. El informe toma para el análisis a los estudiantes de grado que provienen de otras regiones, dejando fuera a los estudiantes del aglomerado “Gran Santa Fe” y las ciudades de Esperanza y Paraná. Los importes de gastos en los diferentes sectores se obtienen del “Relevamiento de Hábitos de Consumo de Bienes y Servicios y Cálculo de la Canasta Promedio del Ingresante a la UNL”. Por lo tanto, el mayor impacto económico de los estudiantes que vienen de otras localidades repercute en la actividad inmobiliaria, comercio, industrias manufactureras, transporte y comunicaciones.
Mientras que por cada peso que gastan los trabajadores y becados, el efecto es de 1,54 pesos.
Y por cada peso que gastan los diferentes agentes de la UNL, el impacto en promedio es igual a 1,59 pesos.
Política territorial.
Una de las misiones que tiene la UNL es la de crear un entorno innovador que permita y favorezca la transferencia de conocimiento hacia el tejido productivo del territorio. Con sede en la ciudad de Santa Fe, como referente del “Litoral Centro”, y centros de estudios en Esperanza, Gálvez, Reconquista-Avellaneda y Rafaela-Sunchales, contribuye con el desarrollo económico en los lugares en los que se sitúa. Esto es, en los 12 departamentos del centro y norte de Santa Fe y el de Paraná, en Entre Ríos – de donde proviene el 25 % de sus estudiantes–, sobre los cuales genera sentidos con plena vocación científica y humanística.
“De esta manera, consideramos dada la evidencia y los resultados obtenidos, que lo que en general se considera gasto en educación, en realidad es una inversión para la agenda de los gobiernos. Generadora de un gran impacto a nivel regional y fuente de trabajo calificado, las Universidades tienen grandes efectos en las políticas de desarrollo”, concluye el estudio del Observatorio Social de la UNL.