Fue este jueves, en el Cemafe de la ciudad de Santa Fe, en donde se distinguió a médicos, enfermeros, personal de servicios, administrativos, bioquímicos, entre otros, recientemente jubilados.

La provincia, a través del Ministerio de Salud, agasajó este jueves a 80 trabajadores y trabajadoras del hospital José María Cullen de la ciudad de Santa Fe que se jubilaron recientemente.

Se trató de médicos, enfermeros, personal de servicios, administrativos, bioquímicos, entre otros, que fueron reconocidos por realizar un servicio destacable e imprescindible en favor de las personas que se atendieron en el hospital Cullen, referente en el centro norte provincial en atención de emergencias, urgencias y especialidades de alta complejidad.

El acto, que se realizó en el Centro de Especialidades Médicas Ambulatorias de Santa Fe (Cemafe), estuvo encabezado por el secretario de Administración del Ministerio de Salud, Guillermo Álvarez.

En la oportunidad, el funcionario provincial expresó que «solo tengo palabras de agradecimiento que brindarles. Por tanto esfuerzo, dedicación, responsabilidad y profesionalismo puestos al servicio de la gente en sus años de trabajo. Siento un sincero orgullo de haber compartido algo de todo eso con ustedes. Sepan que sigo sintiéndome parte del hospital; y que es un honor y un placer participar de este reconocimiento por todo lo que dejaron allí».

«Quiero, además, trasmitirles el saludo y el cariño de la ministra de Salud, Andrea Uboldi, quien lamentablemente no pudo estar presente por cuestiones de agenda. También agradezco a la Secretaría de Tercer Nivel de Atención en Salud, a las autoridades del Cemafe y a la dirección provincial de Comunicación por el apoyo brindado para realizar este homenaje», finalizó Álvarez.

Por su parte, el director del hospital Cullen, Juan Pablo Poletti, destacó que «este es un acto al que queríamos darle la relevancia que se merece, y esperamos que así lo sientan. Llevo 25 años trabajando en el Cullen y hoy se jubilan muchos de mis maestros, mis compañeros, mis soportes fundamentales».

«Enfermeras y enfermeros que nos enseñaron cómo agarrar una pinza para curar la primera herida y que nos contagiaron la sensibilidad y la empatía, la vocación por el cuidado constante de la vida y la calidad de vida de los pacientes. Agradezco a todos y cada uno de los trabajadores. Y deseo de corazón que luego de brindar a la salud pública 30 o 40 años de servicio disfruten como se merecen de esta nueva etapa», concluyó el director del hospital.

Posteriormente, María del Carmen Barbona, enfermera de la sala 5 del efector, brindó un especial detalle del «fundamental rol de enfermeros y enfermeras, mañana, tarde y noche», no solo en lo profesional y propio de sus incumbencias, sino también «en lo humano, en su vínculo con los pacientes, compartiendo penas y alegrías, acompañando y conteniendo a los familiares en el proceso de recuperación que, a pesar de todos los esfuerzos, a veces no tienen un desenlace feliz; y otras veces sí cuando se van con el alta médica».

Además de los ya mencionados, participaron el coordinador de Procesos Hospitalarios de la Secretaría de Tercer Nivel de Atención en Salud, César Pauloni; los miembros del Concejo de Administración del hospital Cullen Tomás del Sastre, representante del Estado y presidente del mismo; Gustavo Lanche, representante de los no profesionales; Ernesto Blumenfeld, representante de los profesionales; y Paola Diburzi, representante de la Sociedad de Beneficencia; también Alejandra Gaydou, responsable del Comité de Docencia del hospital, y la presidenta de la Sociedad de Beneficencia Cristina Prono de Milia, entre otros.

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