Se trata de Marcelo Syarcinski, quien estaba a cargo de la seccional 2°. Había sido investigado por el delito de “blanqueo” de un vehículo robado en Rosario, pero el fiscal Ezequiel Hernández cerró el pleito. El funcionario policial fue enviado a una dependencia de Santo Tomé.

El 22 de mayo de 2017 un hombre que habita en Santo Tomé conducía su vehículo, un Fiat Uno negro, cuando detuvo la marcha ante un control de Gendarmería. En esas circunstancias, el sujeto se anoticia que el automóvil contaba con pedido de captura a partir de una denuncia por robo. La denuncia había sido efectuada por un rosarino, David Villarreal, el 28 de mayo de 2011.

El hombre en cuestión debió asistir a la comisaría 2° (en General López y Saavedra), donde se le retuvo el vehículo. Al cabo de unas semanas, el comisario de la propia unidad policial se presentó en el domicilio del sujeto y le manifestó la voluntad de comprarle el auto con una suma de dinero reducida a la luz de las dificultades para recuperar el auto habida cuenta de la situación legal.

El dueño del automóvil reclamó por su recuperación sin suerte. Tiempo después, un integrante del Comando Radioeléctrico de la vecina localidad de Santo Tomé se presentó aduciendo una mejor oferta para comprar el vehículo e incluso propuso facilidades en materia legal. Finalmente, el hombre se decidió a vender el auto. Cuando fue llevado a realizar la revisión técnica vehicular, incluso siendo objeto de un secuestro.

A instancias del avance de la causa judicial por el pedido de captura mencionado, el hombre planteó que la compra fue hecha de buena fe, hecho que fue corroborado y, en paralelo, se inicia una causa contra los efectivos que adquirieron el vehículo. Así fueron detenidos tanto el miembro del Comando Radioeléctrico como el comisario de la 2°.

En ese contexto, el juez Jorge Pegassano les otorgó la libertad condicional a los agentes policiales (sumariados y pasados a disponibilidad) acusados por el “blanqueo” del auto quienes abonaron una fianza por unos 500 mil pesos. Asimismo, en aquel momento se creó la Fiscalía Especial de Delitos Complejos. La causa cayó en manos del fiscal Ezequiel Hernández (también interviene en el caso Corral Papers), quien determinó que el comisario Marcelo Syarcinski, habiendo reparado el daño sufrido por el hombre de Santo Tomé, le realizó un depósito de 20 mil pesos y “tuvo un arrepentimiento activo y demostró contrición por su accionar”. Por lo cual, la cual la causa fue archivada.

Finalmente, Syarcinski fue asignado a la subcomisaría 9° de Santo Tomé. Como una ironía del destino o curiosa causalidad, en esa zona habita quien fuera propietario del vehículo.

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