La heladería Necochea mantiene, desde su fundación, la producción artesanal como marca distintiva. Su titular, Alfredo Hediger, ponderó el mantenimiento de una empresa familiar pese a los tiempos que corren.

Emplazada en bulevar Gálvez 1945, la emblemática heladería y cafetería Necochea celebra sus 64 años. Al respecto, Alfredo Hediger, titular de la empresa familiar, enfatizó la perduración en el tiempo del negocio. “Eso levanta la visión del abuelo y nos pone más orgullosos de lo que venimos defendiendo día a día. Él vendía leche y hielo. El primer año revendió helado de otra heladería –narró en su paso por ATP–. Hoy, donde todo el mundo es competitivo; en ese momento fue de brazos abiertos”.

Asimismo, el empresario recordó que por aquellos años se mantenía un negocio conjunto con otra marca tradicional de la ciudad: La Americana. “Después, el abuelo se encontró con un italiano que le vendió una máquina para fabricar helado y empezó a hacerlo él”, continuó Hediger en su relato.

Además, comentó que “se mantiene el proceso productivo”. “Desde hace mucho tiempo tenemos tecnología de punta para fabricar el helado, pero la parte artesanal se mantiene incólume. Cuando se usan buenos productos, el helado no puede salir mal”, definió y destacó el mantenimiento de “la calidad” como un valor característico de la firma.

Aquí, la historia de un clásico de la ciudad:

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