El domingo 26 de agosto, Lucas Casco de 16 años se encontraba en la plaza Arenales de Santa Rosa de Lima. Estaba junto a un amigo, cuando fueron baleados desde una camioneta. Lucas no tenía relación con los atacantes ni con el delito. Falleció en el hospital Cullen. La causa judicial está parada porque los testigos fueron amenazados por los matadores y no se animan a declarar.
El pasado 26 de agosto, Lucas Casco se encontraba junto a un amigo en la plaza Arenales de Santa Rosa de Lima. De pronto, unos individuos desde una camioneta les dispararon, provocándoles heridas de gravedad. La peor parte se la llevó Lucas, de 16 años, quien falleció en el hospital José María Cullen.
«Quienes abrieron fuego fueron a buscar otra persona, pero mataron a Lucas Casco, quien no tenía vinculación con sus matadores ni con el delito», detalló el periodista judicial Hector Martín Galiano, quien pudo recabar testimonios del barrio.
La causa judicial está en un punto ciego y los motivos son «increíbles». Los testigos que presenciaron el lugar están siendo amenazados por los asesinos provocandoles miedo e impidiendo que declaren lo que vieron aquel domingo.
El pasado martes, familiares y amigos se acercaron a la Sub Comisaria de Santa Rosa de Lima para pedir justicia por Lucas Casco. Hay una nueva convocatoria para el próximo 26 de septiembre en el mismo lugar.
Una cámara de seguridad ubicada cerca del hecho podría esclarecer lo sucedido. La familia aguarda información sobre el funcionamiento de la misma.
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