A partir de la sanción de la ley, todas las personas mayores de edad son donantes salvo que hayan rechazado en vida serlo. La ley obtuvo el voto positivo de Diputados por unanimidad. El nombre de la iniciativa está inspirado en el caso de Justina Lo Cane, una menor de 12 años que murió en noviembre pasado en la Fundación Favaloro mientras aguardaba un trasplante de corazón.
Un avance histórico logró el Congreso de la Nación este miércoles. Por unanimidad, la Cámara baja sancionó la Ley Justina, cuyo objetivo es salvar vidas a través de la donación de órganos.
La norma recibe su nombre por el caso de Justina Lo Cane, una menor de 12 años que murió en noviembre pasado en la Fundación Favaloro mientras aguardaba un trasplante de corazón.
«Podrá realizarse la ablación de órganos y/o tejidos a toda persona capaz mayor de 18 años que no haya dejado constancia expresa de oposición a que después de su muerte se realice la extracción de los mismos», detalla el documento.