El pasado martes 20 el diputado nacional Luis Contigiani, participó de la primera reunión operativa de la Comisión de Asuntos Cooperativos, Mutuales y de Organizaciones no Gubernamentales de la Cámara de Diputados de la Nación. En este encuentro estuvieron presentes diversos representantes de la Economía Social, como Christian Zahn (Presidente de la Alianza Internacional de la Mutualidad) y Alejandro Russo (Presidente de la Confederación Argentina de Mutualidades) que plantearon sus inquietudes sobre lo que está ocurriendo en los países vecinos.
Para Contigiani, del conjunto de exposiciones quedó en claro un preocupante hilo conductor: Tanto en Brasil, como en Colombia, al igual que en la Argentina, y otros países de la región, se está produciendo una fuerte presión hacia los gobiernos de cada país para desarmar, para desarticular al conjunto de la Economía Social en general, y en particular limitar las actividades de las estructuras cooperativas y mutuales.
El legislador nacional opina que el argumento que se escucha en casi todas las partes es el mismo. Que es necesario dinamizar los mercados haciéndolos más eficientes a través de nuevos actores de carácter puramente capitalista, tanto nacionales como internacionales. En ese contexto, se dice, el movimiento cooperativo y mutual no estaría a la altura de las circunstancias, ya que tiene poca capacidad para competir eficientemente bajo las nuevas reglas que impone el mercado.
Es un hecho que, tanto los organismos internacionales como los principales medios de comunicación en cada país, acompañan este peligroso discurso con el mensaje de que es necesario modernizar las estructuras productivas y de servicios. Se trata de un plan claramente sistemático, que puede visualizarse en toda la región, desde Argentina hasta Colombia, pasando por Brasil, Perú y Ecuador.
Frente a estos hechos, queda claro que, al igual que en la década del 90, la ola de neoliberalismo que vive la región tiene como uno de sus objetivos, disciplinar a los actores de la economía social en cada país, debilitando sus estructuras empresarias, tanto a nivel de los servicios de salud, como de los servicios financieros, y el resto de las actividades que cubren nuestras cooperativas y mutuales.
Comprender estos hechos ayuda a contextualizar adecuadamente el debate que se produjo en el Congreso a fines del año pasado, cuando pudimos, con un gran esfuerzo, desarticular la avanzada del Poder Ejecutivo para asimilar el tratamiento impositivo de las cooperativas al del resto de las empresas de carácter capitalista. Finalmente, el oficialismo retiró del proyecto los artículos 23 y 24 que establecían un peligrosísimo antecedente sobre este tema. Si no nos organizamos adecuadamente, no está garantizado que el próximo embate podamos ganarlo.
Por otra parte, lo que no podemos perder de vista es que más allá de esta derrota puntual del oficialismo, es parte de la estrategia del gobierno nacional avanzar en la dirección de lo que está ocurriendo en otros países de la región. Digámoslo con todas las letras: La ola liberal que envuelve a gran parte de Latinoamérica quiere llevarse puesto al Sistema Cooperativo y Mutual, con todo lo que ello significa para el interior productivo y el entramado social del país. El progresivo desfinanciamiento del INAES que estamos observando en los hechos, es un eslabón más de este plan.
No es la primera vez que lo intentan. Esta película ya la vimos en la década del 90. Lo importante frente a semejante cuadro de situación es que, quienes consideramos que el sector de la Economía Social es una pieza vital del entramado social y productivo del país, tenemos que estar atentos y organizarnos para defender al sector de los ataques que cabe esperar, cada vez más fuertes, de aquí adelante.
Pero no se trata de estar sólo atentos, en términos defensivos. Deberíamos comenzar a desarrollar diversas actividades tendientes a mejorar la intercomunicación sectorial, a los efectos de trabajar proyectos que permitan fortalecer al sector frente a una política económica que apunta claramente a debilitar parte del entramado social del país, y especialmente a las pequeñas y medianas comunidades, donde nuestras Cooperativas y Mutuales son una pieza clave del desarrollo regional.