Persecución a grupos cristianos.
La Hermana Guadalupe lleva 19 años como misionera en Oriente Medio, vivió en Tierra Santa, Egipto, y desde comienzos de 2011 en la ciudad de Alepo, en Siria.
La ciudad de Alepo dónde en un principio había sido el destino elegido por la Hermana para descansar por padecer problemas de salud, rápidamente se convirtió en una ciudad convulsionada; al ser el centro económico más codiciado del país, es frecuentemente atacada por rebeldes y fundamentalistas (mezcla de islámicos y grupos armados extranjeros que alimentan a los opositores), según la Hermana la oposición moderada no existe; “Lo que se conoce y sabe sobre Siria, no es verdad, la guerra esta manipulada por intereses económicos y es financiada desde afuera, la venta de armas es por parte de Arabia Saudita” manifestó la misionera.
Los mercenarios están muy bien pagos, este es un factor que sin dudas atrae y en su mayoría a jóvenes con una entrega radical hasta la muerte, pero para hacer el mal; esto nos muestra el estado del mundo moderno el cual nos lleva a una violencia atroz producto de una suma de males.
Respecto a la iglesia, la misma es clara pero no es oída, y no descarta la intervención militar para detener estos ataques y masacres a grupos cristianos; la entrada de Rusia a la guerra logró que estos grupos islámicos y extranjeros retrocedan; una Rusia aliada y protectora de Siria por intereses económicos.
También se refirió al Vaticano, y al llamado del Papa Francisco a orar y a tomar conciencia; a la imagen de la iglesia como madre y como santa pero compuesta por pecadores.
“La situación para los cristianos en Siria es lamentable, vivir es convivir con la guerra, convivir con la muerte, los ataques son permanentes y finalmente los ciudadanos se terminan por habituar a los bombardeos” expresó Guadalupe Rodrigo; sobreponiéndose a esta situación, los cristianos no pierden sus esperanzas y practican la religión con más fe que tiempo atrás.
“Cuando comenzó la guerra hable con mi familia y mi padre me dijo que Dios me cuidaría allá, mejor de lo que él podía hacerlo acá, y que tenía que estar ahí, con mi gente; es difícil de entender pero yo estoy feliz allá” Sostuvo la religiosa; mencionando aspectos cotidianos de Alepo, como por ejemplo, tener electricidad una o dos horas por día, agua una vez por semana, la falta de alimentos; ver a los padres despedirse de sus hijos cada vez que salen de sus hogares o al enviarlos a la escuela, por no saber si se vuelven a ver.
En Argentina se tiene muy poco conocimiento de la situación actual de Siria, los medios ocultan y tapan la masacre diaria a cristianos; el Papa Francisco con su oración logró detener la entrada de Estados Unidos a Siria, lo cual fue considerado como un milagro de oración.
Por último la Hermana Guadalupe sostuvo que la crisis del mundo actual viene del alejamiento de Dios por parte del hombre, “ Si el hombre se cae de Dios, se cae de sí mismo; necesitamos un milagro para la conversión de esos corazones con mucha maldad” concluyó.