La Asociación de Transporte Automotor de Pasajeros advirtió sobre los desafíos del sistema de colectivos ante el nuevo cuadro tarifario y la desregulación impulsada por el gobierno. «El colectivo sigue siendo el medio de transporte público más popular en Argentina, pero enfrenta una crisis profunda debido a la desregulación y la falta de subsidios.»
Leandro Sólito, vicepresidente de la Asociación de Transporte Automotor de Pasajeros (ATAP), alertó sobre las implicaciones del nuevo marco tarifario y la reciente desregulación del transporte público. Según Sólito, esta medida afecta directamente al colectivo, que sigue siendo el medio de transporte más popular del país. Con la eliminación de los subsidios y la desregulación del sector, el panorama para las empresas de transporte se ha vuelto incierto, y los usuarios podrían enfrentarse a un aumento en las tarifas y una posible reducción en la calidad del servicio.
Un sistema en crisis desde 2018
Sólito explicó que el sistema de transporte público de pasajeros viene atravesando una crisis desde 2018, cuando el gobierno de Mauricio Macri eliminó los subsidios al sector. Aunque el gobierno de Alberto Fernández restableció los subsidios en su gestión, la pandemia de COVID-19 empeoró la situación. «El COVID cambió de raíz muchas de las actividades y la demanda del transporte público disminuyó considerablemente», señaló. Esto ha generado un nuevo desafío para las empresas, que deben ajustarse a una menor cantidad de pasajeros y una estructura de costos desfasada.
El impacto de la eliminación del fondo de compensación
Desde diciembre de 2023, la situación se agravó con la eliminación del fondo de compensación por parte del gobierno nacional. Este subsidio permitía que el sistema de transporte siguiera operando de manera viable. «Más del 50% de la actividad se sostenía gracias a estos subsidios», afirmó Sólito, advirtiendo que sin esta asistencia, muchas empresas podrían no sobrevivir. La situación ha generado una preocupación particular en las empresas provinciales, que se verán más afectadas que las que operan en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA).
La desregulación y sus amenazas para las empresas provinciales
Una de las mayores inquietudes de Sólito es el impacto de la desregulación en las empresas provinciales. «El decreto de desregulación suprime el concepto de servicio público y lo ubica en un plano comercial», destacó. Esto podría dar lugar a que empresas nacionales que pasan por provincias como Santa Fe realicen tráfico intraprovincial, afectando directamente a las empresas locales y profundizando la crisis en el sector. Además, la eliminación de los subsidios pone en riesgo la sostenibilidad del transporte para pasajeros que gozan de descuentos y franquicias.
Un cambio de paradigma y la incertidumbre futura
Sólito subrayó que el transporte público en Argentina está enfrentando un cambio de paradigma. «El colectivo ya no es considerado un servicio público, sino un servicio comercial», explicó. Esto significa que el sistema operará bajo las reglas del mercado, lo que podría llevar a la eliminación de franquicias y un aumento en las tarifas. Sin embargo, Sólito advirtió que esto podría generar monopolios en el sector y afectar negativamente a los sectores más vulnerables de la población. «Es un momento crítico para el transporte público, y habrá que ver cómo evoluciona en los próximos meses», concluyó.
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