Así lo manifestó Matías Galíndez, integrante de la Vecinal de Candioti Sur, mientras expuso el malestar que provocó la medida municipal ante la falta de consensos. También planteó la gravedad del problema social que afecta a los cuidacoches.
“Este proyecto comenzó mal”. Es la primera consideración que surge de escuchar a vecinalistas de Candioti Sur con relación al Estacionamiento Social Asistido, cuyo cometido es regular el trabajo de los cuidacoches en ese barrio. En las últimas horas, el propio intendente Juan Pablo Poletti aseguró que la iniciativa quedó suspendida, luego de haberse mantenido conversaciones que plasmaron el malestar de las y los propios vecinos. El jefe del Municipio aseguró que la decisión de separar el SEOM de la tarea de los cuidacoches se mantendrá. Pero se revisará la controvertida medida que aqueja a las y los habitantes de esa zona de la ciudad.
A propósito, Matías Galíndez, integrante de la Vecinal de Candioti Sur, comentó que una vez conocida la noticia, “a través de los medios”, se expresó el malestar y el enojo predominante en el ánimo del barrio. Al menos, “hasta que se convocaron a los barrios Candioti Norte y Sur y se empezaron a conocer los detalles”. “Los vecinos en general estaban muy enojados, en la reunión se percibió ese enojo”, comentó en diálogo con ATP.
Al margen del malestar, Galíndez reconoció que los cuidacoches forman parte de un problema social muy complejo. En tanto, la medida promovida por la Municipalidad “se da en un contexto en el que la gente está muy sensible con la política y los dirigentes”. “Cuando las propuestas no son consensuadas, la improvisación genera mucho malestar”, argumentó. Y planteó que es menester “reinsertar estas personas (cuidacoches) con un trabajo registrado y desarrollarse en armonía con la ciudad. Este problema es de fondo social, económico. Vemos en la ciudad muchas personas en situación de calle –acotó–. Entonces, tenemos que armar algo para contener todo eso, sino vamos a trasladar el problema de un lado a otro. Lo único bueno es que la Municipalidad puso el tema sobre la mesa”, reconoció.
En rigor, “se empezó todo al revés: primero se tenía que informar a los vecinos”. “El Municipio se llevó un rechazo, sobre todo en Candioti Sur donde hubo problemas de seguridad”, comentó Galíndez.
Con relación a los pedidos de captura detectados en el padrón de algunos cuidacoches, el vecinalista sostuvo: “Vemos que el Estado no tiene en cuenta algo tan importante como esto. Se tendría que haber adelantado antes de tomar un registro. Un vecino, que ha sufrido una entradera, se enteren de esto y siente una impotencia”. De todas formas, admitió que también “tenemos personas que cuidan el auto o avisa qué pasa en la cuadra”, distinguió y agregó: “Hay familias detrás, es un tema muy sensible y es una fuente de ingresos”.
Por otra parte, Galíndez fue consultado por la normativa sobre nocturnidad que ha tenido como uno de los epicentros a la zona de Candioti en la ciudad, al momento del debate público. “El barrio comenzó a cambiar con la construcción de los edificios en altura. (Posteriormente), con la habilitación de los locales gastronómicos. Un barrio tranquilo se convirtió en el centro de la ciudad. Y realmente cambió la dinámica, los vecinos de toda la vida se han ido. Se cotizan más caros las propiedades. Cuando van creciendo estos barrios como Candioti crecen los problemas, como lo ha sido la nocturnidad”, evaluó. En un mismo tono, reflexionó acerca de que “se trata de una convivencia que constantemente hay que revisarla”. “No se puede con una ordenanza cubrir todos los casos, como lo fue con nocturnidad. ¿Qué ciudad queremos? –planteó –. Podemos crecer como una ciudad saludable. Los vecinos también somos responsables de si hacemos esa ciudad como queremos”, alegó.