Se trata de Luis Leguizamón, trabajador de la construcción, que fue apresado por su presunta participación en la subcomisaría de Arroyo Leyes en noviembre pasado. Debió ser internado dos veces por problemas de presión arterial y fue alojado en la cárcel de Las Flores.

El 17 de noviembre de 2022 se produjo un atraco en la subcomisaría de Arroyo Leyes. Al momento de buscar a los autores de tal delito, Luis Leguizamón fue detenido durante dos meses. Pero a quien realmente se buscaba era un hombre homónimo. Este martes, en su paso por ATP, el sujeto de esta injusticia comentó el calvario que debió pasar desde el momento en que la policía llegó a su domicilio hasta que fue alojado en la cárcel de Las Flores. “Hasta el día de hoy no entiendo todo lo que me pasó. Soy una persona de laburo. Nunca imaginé que iban a irrumpir en mi casa, a romperme todo. Me mataron el perro. Me llevaron detenido a mí, también a mi hijo. En un primer momento pensamos que era una equivocación”, relató el hombre que se dedica a diversos oficios vinculados con la construcción y que, en ese momento, se encontraba trabajando en una pileta en una vivienda de la zona de la Costa. Fue detenido por la policía el 21 de noviembre, en su domicilio ubicado en barrio Hipódromo.

“En todo momento le decía a la policía que se estaban equivocados. Pero fueron con mi nombre, el de mi hijo y de mi sobrino –continuó Leguizamón–. Tengo problemas de hipertensión. Cuando mi hija de tres años vio que me llevaban detenido y vio al perro ensangrentado, me descompensé. Y me desperté en el hospital Cullen tres o cuatro horas después. Me dijeron que mi hijo (de 17 años) estaba en Asuntos Internos”.

Lo que vino después fue una sucesión de hechos que derivaron con el traslado de Leguizamón al pabellón de evangelistas en la cárcel de Las Flores, pese a que el allanamiento en la su vivienda dio resultados negativos. Sin embargo, por orden de la fiscal Roxana Peresín tanto él como su hijo quedaron detenidos. En tanto, el menor fue alojado a dependencias de Asuntos Juveniles. “En la audiencia delante del juez declaré lo que había hecho: que trabajé todo el día, que el lunes trabajé en un bar y que el miércoles trabajé en una pileta de Arroyo Leyes, en el kilómetro 23, que ese miércoles trabajé hasta las 22.30”, narró aún perturbado por todo lo vivido tras haber sido imputado por el robo a la subcomisaría.

Mientras el hijo de Leguizamón permaneció 15 días detenido, él fue alojado en la comisaría novena con prisión preventiva por 90 días. “Nunca estuve preso, nunca tuve antecedentes penales. De la novena me trasladaron a la Alcaidía, ahí tuve un preinfarto. Estuve internado en el Cullen. Me llevaron al Protomédico de Recreo, me dieron un montón de medicación. Y me dijeron ‘juntá tus cosas, te vas para la unidad dos’. Estuve siete días en la Alcaidía, que fueron de terror. Tenía 25 de presión (arterial). En el penal me pasaron al pabellón tres. Le pedía a mi abogado (Gabriel Luna) que me sacara de ahí porque no daba más”, resumió al detallar su funesto periplo.

La entrevista completa se encuentra a continuación:

FuenteRDP
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