La respuesta resulta un tanto incierta desde que el talibán tomó el poder. Se trata de un movimiento islámico, fundamentalista, que se rige por la interpretación literal del Corán y de la Sharia. Estados Unidos se alejó del territorio tras la intervención desde 2001.
El talibán tomó el poder de Afganistán y el mundo mira con suma atención qué sucederá en el corto y en el largo plazo. Para comprender la situación, es necesario ir hacia 2001, luego del atentado terrorista a las Torres Gemelas en Estados Unidos. En aquel momento, en el país de oriente se imponía “un gobierno fundamentalista talibán desde 1996 que, a su vez, cobijaba y era parte de Al Qaeda”. Por ese motivo, las tropas norteamericanas invadieron hasta que, hace días, comenzaron a retirarse.
Según explicó José Larker, docente de la cátedra Formación del Mundo Afroasiático en la carrera de Historia de la Universidad Nacional del Litoral, Afganistán “es un país que está enclavado al sur del Asia Central”. Teniendo en cuenta los países limítrofes, “es un conglomerado de pueblos y de grupos étnicos con historias diversas, con dialectos distintos. Sin embargo, a lo largo del tiempo se fue imponiendo uno de ellos que es el pastún. De ese pueblo proviene el movimiento político de carácter islámico, conocido como el talibán”. En contacto con ATP, el académico especificó que los talibanes conforman el 40% de los habitantes de la región de Afganistán y “tiene una fuerte presencia sobre el territorio pakistaní”. En ese orden, remarcó que es necesario considerar las influencias políticas llevadas adelante por Pakistán.
Larker también aclaró que talibán significa “estudiante”. “Son estudiantes de las denominadas madrazas que son escuelas coránicas. Tienen una muy fuerte impronta religiosa, fundamentalista. Basan su ideología en la interpretación literal del Corán y de la Sharia, la ley islámica”. Habida cuenta de estas cuestiones, desde 1996 “observamos un comportamiento que nos resulta retrógrado”. “Lo que estamos viendo hoy es el retorno de los talibanes después de 12 años de intervención, fundamentalmente, norteamericana”, indicó el docente.
A su vez, “la intervención norteamericana sobre el territorio afgano intentó terminar con el movimiento talibán, pero nunca lo pudo hacer. Los talibanes se resistieron. Una parte de ellos hizo base en Pakistán y otros estuvieron en la zona rural”. En este orden, Larker recordó que hacia 2015 “Estados Unidos dio por terminada la guerra en Afganistán, pero siguió teniendo una fuerte permanencia militar. No obstante, los talibanes siguieron actuando en el territorio. Y en febrero de 2020, el gobierno de Donald Trump firmó el Acuerdo de Doha. Eso ya era un indicio del reconocimiento del poder talibán en el territorio”, observó el docente.
Ya desde este domingo, con la toma de Kabul y la caída del gobierno constituido durante la intervención norteamericana se suscitó “una gran preocupación en todo el mundo”. “Afganistán pasa a jugar un papel que no sabemos cuál va a ser en el futuro, pero que es de preocupación”, señaló.
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