El río Paraná sigue bajando y ya hay miradas preocupadas por ejemplo en los responsables de las tomas de agua. Para un especialista, la bajante es uno de los eventos más impactantes de los últimos tiempos.
El río Paraná no para su tendencia de bajar.
El 21 de mayo marcó su altura mínima para la ciudad de Santa Fe cuando el hidrómetro mostró que el pelo del agua se detuvo en 48 centímetros.
Ese fue el nivel más bajo de los últimos 50 años.
Sin embargo, en agosto la marca no estuvo lejos y el escaso caudal hizo que la marca llegara a 60 cm.
La última medición de este miércoles fue de 56 cm.
“Nuestros abuelos hicieron referencia a bajantes tan pronunciadas”, le dijo Ignacio Cristina, especialista del Centro de Investigaciones Meteorológicas de la Facultad de Ingeniería y Ciencias Hídricas al programa televisivo Apto para Todo Público.
“Este evento es lejos uno de los más impactantes en los últimos años”, sostuvo.
“Es un proceso que se está dando por un déficit de lluvia muy importante y se viene dando desde mediados de 2019, no recuerdo uno que haya durado tanto”, recalcó
“Hay una mezcla entre los efectos del fenómeno Niño neutro y La Niña que genera poca lluvia”, detalló Cristina y dijo que “hay poco agua en todo el tramo del río Paraná”.
“Se están viendo incendios en islas, que más allá de que siempre ocurren, la vegetación que hay sobe ellas están secas, por lo tanto los incendios se generan más fácil. Otro efecto es que algunas localidades tienen problemas para tomar agua potable”, finalizó.