El incremento obedecería a un aumento acumulado en el valor del ganado y al encarecimiento de insumos claves para la producción, así como demás costos en carnicerías.
El precio de la carne vacuna acumuló una suba del 20,7% desde marzo último, cuando comenzó la pandemia de coronavirus en la Argentina.
Así lo indicó un informe de la Cámara de la Industria y el Comercio de Carnes y Derivados de la Argentina (CICCRA). El incremento obedecería, por un lado, a un aumento acumulado en el valor del ganado que se terminó trasladando a la carne y, en paralelo, al encarecimiento de insumos claves para la producción –como el maíz para engorde– así como demás costos en carnicerías.
Respecto de las carnes alternativas, los cortes porcinos aumentaron 4,8% en lo que va de la cuarentena mientras que, en el caso del pollo, el alza alcanzó el 13,4% en ese período. El consumo per cápita de carne vacuna resultante de los primeros ocho meses del año es de 50,3 kilos por persona al año.
La cifra surge del cálculo residual contra exportaciones estimadas por CICCRA para agosto. Según la entidad, en lo que va del año la industria frigorífica vacuna produjo unos 2,07 millones de toneladas de res con hueso. Del total producido, unas 559.300 toneladas (13,8%) se habrían volcado a la exportación quedando para el mercado doméstico un saldo de 1,51 millones de toneladas.
«En términos per cápita, este saldo equivaldría a un consumo promedio de 50,3 kg al año, lo que se traduce en una merma del 2,7% versus igual período de 2019», sostuvo el reporte del mercado Rosgan. Otro de los datos difundidos es que cayó 2,3% la faena de agosto en su comparación interanual. Según el RUCA (Registro Único de Operadores de la Cadena Agroindustrial), las 1.196.000 cabezas faenadas el último mes resultan un 3% inferior a las de julio marcando, a su vez, el segundo mes de baja consecutiva en términos interanuales.
Sin embargo, en lo que va del año se llevan faenadas 9,2 millones de cabezas, un 3,5% más que en el mismo período del año pasado, con un incremento en la participación de machos y una disminución en la faena de hembras, que pasó del 49% el año pasado al 47% actual.