El índice de parálisis de la actividad alcanza 90%. La cadena de pago está cortada. Lo que se recaude, será para pagar sueldos.
Las estaciones de servicio están sintiendo la pandemia, como otros sectores de la sociedad.
Esta franja comercializa un elemento de vital necesidad (combustibles) y pueden mantener su actividad, pero ésta bajó considerablemente su intensidad.
En este sentido, Alberto Boz (presidente de la Cámara de Expendedores de Santa Fe), ratificó en una entrevista telefónica brindada al programa Apto para Todo Público que “hay mucho menos actividad de la que veníamos teniendo”.
“Estamos viendo una caída del consumo de casi 90% en las grandes ciudades”, graficó el dirigente.
“Las estaciones de ciudad están vendiendo entre 8% y 14% de lo que venían vendiendo, y las de ruta no cayeron tanto porque sobreviven con la venta de gas oil en la época de trilla y para los camiones que tienen permitida su circulación”, indicó.
Respecto de los trabajadores, Boz dijo que “el personal está cumpliendo con el trabajo tomando recaudos”.
El empresario indicó también que “el problema que vamos a tener en breve son los costos, estamos previendo que todo lo que se está recaudando es para el pago de sueldos y generarle mayor problemas al asalariado, pero muchas cosas son fijas para pagar, vendamos o no vendamos”.
Boz adelantó que “vamos a pedir algún tipo de exención impositiva, una prórroga de anticipos de ganancias que están próximos a vencer”.
En esta caso, profundizó y dijo que “cada aumento del combustible también lima los márgenes de ganancia, nuestras comisiones no aumentan”.
Una de las primeras medidas que se tomó en el sector fue cerrar los shops de las estaciones para evitar la propagación del virus.
“El público consumidor lo que tiene garantizado es el abastecimiento, toda la línea de destilación, extracción, logística y la llegada del combustible a la estación de servicio son servicios esenciales que siguen en esa instancia”, dijo Boz.
Además, agregó que “no venimos de picos de consumo para que las estaciones o las plantas de almacenamientos estuvieran desabastecidas”.
Por último, adujo que “como las cadenas de pago están cortadas y en peligro, las petroleras manifestaron que serán un poco más laxas en las cuentas corrientes de los estacioneros”.