Así lo denunció el intendente de esa localidad, Ricardo Ramírez a la luz de una situación de emergencia. Y resumió: “Asumimos con un paro general y la caja casi vacía”. También cuestionó los pases a planta realizados por la gestión anterior.
La situación para las pequeñas localidades de la provincia no escapa a los azotes de la crisis económica. En efecto, un caso es el de Coronda donde desde la Intendencia se denuncia una deuda de 50 millones de pesos y se responsabiliza a la administración anterior. “El contexto a nivel provincial es preocupante. El problema se viene agravando desde hace siete, ocho meses y se desbordó con la llegada de la nueva gestión. Asumimos con un paro general, la caja casi vacía y muchos problemas económicos por pago a proveedores y una deuda que equivale al 30% del presupuesto anual que tiene la Municipalidad”, detalló el propio intendente Ricardo Ramírez, en diálogo con ATP.
En pocas palabras, el cuadro se resume en momentos “críticos, con paros”. “Tuvimos reuniones con los gremios y les pedimos un voto de confianza en la nueva gestión. Cuando asumimos pagamos el 50% del sueldo con un descubierto del Banco Provincia, pero con una complejidad con respecto a la gestión anterior con nombramientos y pases a planta”, agregó el dirigente del FPCyS en alusión a lo hecho por su antecesor, Marcelo Calvet (PJ). Al respecto, el jefe del Municipio sintetizó en tono crítico: “Coronda es un modelo de pasar a planta personas”.
Vale decir que siendo la capital del departamento San Jerónimo una población de entre 18 mil y 20 mil habitantes, cuenta con “310 empleados en planta permanente y entre, órdenes de trabajo, contratos y ayudas económicas tenemos unas 40 personas. Es una locura”, remarcó. En el lapso que medió entre las elecciones PASO (del 16 de junio pasado) y el 10 de diciembre, se efectuó el pase a planta de 17 personas. “Luego, hubo recategorizaciones y nuevas áreas”, comentó el exconcejal y apuntó directamente a “la irresponsabilidad que hace que nos encontremos con un municipio desbordado. Más del 100% de lo que se recauda de los vecinos no alcanza para pagar sueldos”.
En tal sentido, Ramírez explicó que “es necesario prepararse para estas cosas” e hizo mención a los efectos de la baja coparticipación, de la quita del Fondo Sojero. “Los estados locales tienen que prepararse para estas circunstancias de ajuste. Los desfasajes pueden venir porque hoy están complicados la mayoría, pero si a eso le agregamos pases a planta, nuevas áreas dentro de la Municipalidad, reconocer profesionales con altas categorías… Es regalar para compromisos y situaciones sindicales. Tuvimos enfrentamientos muy fuertes con el gremio –admitió–. Llegamos a la Secretaría de Trabajo a través de una conciliación obligatoria”.
El contexto, además, implica que se encontraban contratos que vencían el 31 de diciembre y fueron suspendidos. “Hemos tenido encuentros con todos los proveedores y tomamos el compromiso que todo lo que entra al Municipio va a ser para pagar proveedores, sueldos. También tenemos que devolverle la confianza al vecino con los servicios”, expuso Ramírez, al tiempo que dio cuenta de las conversaciones con el gobierno provincial en procura de recursos financieros que ayuden a paliar el estado de crisis y de emergencia extraordinaria.