El jefe de la Policía fue tajante en cuanto a algunas administraciones que lo antecedieron. Dijo que “fue un traidor a la policía”, en alusión a que allanó dependencias de la fuerza y eso le costó el puesto a algunos superiores. Habló de “refundar” la institución.
Si el Ministerio de Seguridad es la silla más incómoda y caliente del gabinete santafesino, la Jefatura de Policía es algo parecido, pero referido a la fuerza específicamente.
En los últimos días, el ministro de Seguridad Marcelo Sain cobró protagonismo por una serie de declaraciones y determinaciones sobre su gestión, cuya intensidad la definió como “de 10 años en un mes”.
Pero no es el único en ese sentido porque el propio jefe de la policía, Víctor Sarnaglia fue el que hoy dijo en el living del programa televisivo Apto para Todo Público que la fuerza viene de “25 años de fracasos”.
El diagnóstico
“Respecto de lo que está pasando, lo hablamos con el gobernador hace tres meses, si no había acuerdo o cogobierno con las organizaciones criminales iban a llenarnos las calles de sangre, es un clásico”, dijo Sarnaglia.
“Las organizaciones criminales no funcionan sin corrupción y terror, la manera de terminar con este tipo de cosas es disminuir la corrupción y ellos aumentan el terror”, teorizó.
“Con la decisión del gobernador, del ministro y mi trabajo técnico, no hay arreglo, aumentarán el terror y nosotros aumentaremos la operatividad para reducirlo”, sostuvo el jefe policial.
El mensaje
El día de su asunción, Omar Perotti habló claramente de un pacto entre el crimen y el Estado. Sobre este tópico, Sarnaglia sostuvo que “más claro de lo que fue el gobernador en la Asamblea no se puede”.
Fundamentó su accionar con una visión particular y hasta familiar: “Soy un vecino de Santa Fe y viví estos problemas, y quiero dejarle a mis nietos un mundo mejor, esto no va a encontrar un límite, siempre buscará más”.
Monos eran los de antes
“La primera investigación que hice sobre Los Monos fue en el año ’95 por entradas de favor que tenían en los partidos de Newell’s”, desplegó Sarnaglia a modo de pergamino, para graficar desde cuándo data su seguimiento del narcotráfico.
En cuanto a las economías delictuales, teorizó y sostuvo: “El dinero negro se vuelve a invertir en negocios negros, en este caso el más redituable es la droga”.
La transición fundante
“No existe una solución a medias, tratemos de que no haya tantos muertos, hace media hora mataron a otra personas por sicariato en el barrio La Granada en Rosario, esto es presión para nosotros, pero no habrá negocio”, dijo.
En cuanto a su enfoque de la institución que pretende poner en marcha, indicó que “me definí como un jefe de transición, alguien debía hacer esto, estoy decidido a hacerlo y tengo un equipo. Los policías y los ciudadanos están mirando quién va a ganar: si los buenos o los malos”.
“Necesitamos una policía nueva, gente con ganas de trabajar, tenemos un proyecto de proximidad, la policía no está prestándole a la gente el servicio que necesita”, concluyó.
Funcionar sin jerarquías
Consultado sobre quedarse sin altos mandos en la fuerza debido a que se retiren o esa línea se depure, Sarnaglia preguntó: “¿Qué es más importante la estructura de la policía o el servicio público?”.
En este sentido, asintió que por acción u omisión los alrededor de 70 relevados hasta ahora fueron parte del problema, pero ya no están.
Los de abajo y el traidor
“La policía no es el jefe ni el ministro, es el policía de base, el que tiene contacto con el vecino, que es uno de los que reclaman cambios en los mandos, quieren jefes capaces y honestos, los efectivos necesitan ser liderados”, afirmó Sarnaglia.
“Yo fui toda mi vida un traidor a la policía, allané la jefatura de Villa Constitución, Villa Cañas y eso le costó el puesto al jefe de policía de la provincia, pero yo quiero ser el policía que me enseñó mi viejo y el que mis hijas y mis nietos necesitan”, confesó.
Sarnaglia, mientras estaba en servicio, fue relevado de su cargo en la Unidad Regional IX cuando el reconocido narcotraficante “King Kong” Cardozo se escapó (él sostiene que no escapó, sino que un policía le abrió la puerta, según lo mostró una grabación). Con el paso del tiempo, el actual jefe de la policía ve su remoción como un pase de factura por los jefes que fueron relevados mientras fue jefe de la Tropa de Operaciones Especiales.
“Dije en el año ’96 que había que prever esta situación, y se me rieron en la cara, me dijeron que estaba viendo fantasmas”, dijo exhibiendo otro pergamino de su carrera policial.
“Nunca vi una policía que se autogobierne. La fuerza no compra, no fija sueldo, el diseño real y verdadero de la fuerza es del Poder Judicial y del poder político”, delimitó.
La bala en la recámara
Sarnaglia firmó una resolución por la cual los efectivos de la fuerza quedan liberados de no tener que llevar su arma reglamentaria con una bala en la recámara. Esta disposición fue dictada en el año 1998, pero el actual jefe le dio de baja.
Consultado al respecto, dijo “firmé que se levanta la prohibición de no usarlo, la decisión de poner el cartucho en la recámara lleva 19 centésimas de segundo, yo no puedo dejar a un policía inerme, estaba prohibido por error, porque no había el entrenamiento adecuado, para que el jefe de policía de turno no tuviera problemas con los que se les escapaba el tiro, en lugar de aumentar la capacitación, todo lo que trae problemas lo prohibimos, supuestamente el policía está entrenado para tomar esa decisión, yo con esa resolución no le dije que ponga un cartucho en la recámara, lo liberé de esa cuestión pseudo administrativa. El policía tiene derecho a defenderse, tiene un arma para defender a los terceros y para sí mismo, no se trata de un duelo del oeste, no se trata de un policía heroico”.
El celular
También se refirió al uso y mal uso que los policías de calle le dan a sus teléfonos celulares. Esto concita muchas quejas de transeúntes que en muchas ocasiones ven a los y las efectivos un poco distraídos.
“Me parece una barbaridad que los policías de servicio en la calle estén comunicándose por whatsapp, pero por otro lado no tenemos aparatos de comunicación para los efectivos que están en la calle”, justificó el jefe policial.
También se refirió al proyecto que tiene la actual gestión sobre poner en marcha una “policía de proximidad”, pero indicó que para ello “hay que refundar la relación policía comunidad”.
Consultado acerca de un proyecto que fue impulsado en la Legislatura para que los policías que cumplan su turno, dejen el arma y no se la lleven a su casa, Sarnaglia se mostró negativo: “El policía no debe dejar el arma cuando termina el servicio, se gana muchos enemigos en la calle”.
Las bodas de plata de los fracasos
“La primera policía la fundó Juan de Garay, hace 441 años pero la fuerza no tiene esa edad, sino que tenemos 441 veces un años, porque todos los que vienen empiezan siempre otra vez, hay 25 años de fracasos”, sintetizó el jefe policial.