La diputada nacional llegó hasta una propiedad que estaba siendo allanada en Victoria, hace unos 15 días, y adujo que la había rentado. La morada pertenecería a Esteban Alvarado, un prófugo acusado del crimen Lucio Maldonado. Aquí, los detalles de la historia.
Hace unos 15 días se produjo una extraña situación en Victoria (Entre Ríos), frente a Rosario. Allí, efectivos de la Prefectura Naval allanaron una casa ubicada en el delta, atribuida a Esteban Lindor Alvarado, un hombre buscado por la justicia santafesina, acusado de ser el autor del crimen de un prestamista llamado Lucio Maldonado, quiera fuera asesinado el 14 de noviembre pasado en la zona de Circunvalación y Oroño, en la propia ciudad de Rosario. El cuerpo de Maldonado tenía tres tiros en la nuca y un cartel que decía “con la mafia no se jode”.
La pesquisa, a cargo de la PDI y dirigida por el fiscal de la Unidad de Homicidios y Delitos de Gravedad Institucional del MPA, Matías Edery, llevó a vincular el crimen de Maldonado con el exreducidor de autos y presunto narco rosarino Alvarado, actualmente prófugo.
En el marco de la investigación, los detectives dieron con una foto que reflejaba un jardín enorme rodeado de vegetación y naturaleza silvestre. El fiscal pidió ubicar e lugar y los prefectos dieron con la geografía, en una isla ubicada en jurisdicción de Victoria. Hasta allí llegaron con una orden de allanamiento. Intentaron entrar con la orden del morador, pero no había nadie e irrumpieron. A los cinco minutos de ingreso del personal encargado de la custodia de los ríos, llegó en lancha hasta el lugar la exmagistrada y actual diputada nacional Alejandra Rodenas. Estaba acompañada del abogado Paul Krupnik, asesor letrado de Alvarado, entre otros pesos pesados de la vida rosarina. “Esta es mi casa, ¿por qué allanan?, yo la compré”, señaló la legisladora en la ocasión. Cuando supo que la orden venía del Ministerio Público de la Acusación (MPA) y que la causa era por el crimen de Maldonado, cambió su relato. “Primero dijo que era de ella, luego que se la habían ofrecido y terminó diciendo que quería alquilarla para las fiestas”, señaló una fuente de la investigación. Por lo bajo decía “esto es político, puede ser una operación de cualquier lado”. Lo primero, quedó registrado en el acta de la Prefectura. Lo segundo, conjeturas lanzadas al aire por la diputada justicialista.
Alvarado recuperó la libertad hace un año. Estuvo en la cárcel por robar coches de alta gama y “cortarlos” para la venta. Su abogado es Krupnik, el mismo que llegó junto a Rodenas hasta la casa de la isla. La actual diputada –quien fuera jueza de instrucción penal en la provincia hasta que renunció para volcarse a la política– tuvo a su cargo la investigación por el crimen de Luis Medina, acribillado a balazos hace cinco años en Rosario, junto a su novia, una modelo de 23 años. Según un informe de inteligencia elaborado por la TOE, a pedido de la jueza, se señala que una de las hipótesis del crimen podría haber sido una deuda que tenía Alvarado con Medina y que éste último para apurar el cobro apretó a la familia del entonces preso. Como venganza, siempre según esa conjetura, Medina apagó su vida de forma violenta el 29 diciembre de 2013.
Aquí el análisis del programa Rueda de Prensa: