Este 30 de diciembre se cumplen 20 años de la tragedia de Cromañón, el incendio ocurrido en el boliche de Once que dejó 194 muertos y marcó a toda una generación. Para recordar y reflexionar sobre este hecho, hablamos con Mariano Nuñez, sobreviviente de aquella fatídica noche y oriundo de Gálvez, Santa Fe. En una charla emotiva y fructífera, Mariano nos compartió sus vivencias, recuerdos y reflexiones tras dos décadas de lucha por memoria y justicia.

“Prácticamente recuerdo todo. Es algo que no se puede olvidar. Y creo que es importante no olvidarlo para que Cromañón no se repita nunca más”, comenzó Mariano.

El 30 de diciembre de 2004, Mariano había viajado a Buenos Aires con su hermano, su hermana y su pareja para asistir a una de las tres fechas consecutivas de Callejeros en Cromañón. La banda, junto a Ojos Locos como soporte, convocaba a miles de jóvenes fanáticos del rock nacional. Pero la noche terminó en tragedia.

“El incendio comenzó por una candela, un dispositivo que lanza chispas a varios metros de altura. Eso prendió los paneles del techo, que no eran los materiales adecuados, y desprendieron un humo tóxico que mató a los chicos. No fue el fuego, fue el humo”, relató Mariano.

En el momento del incendio, Mariano y su grupo estaban cerca de la barra, lo que les permitió salir rápidamente. Sin embargo, la experiencia no fue menos traumática. “Salimos todos por separado. Mi hermano tuvo problemas respiratorios y necesitó ser internado”, recordó. Tras varias complicaciones, lograron regresar a Gálvez, donde su hermano fue trasladado al CEN de Santa Fe para recibir mejor atención.


La marca de Cromañón

Mariano continuó asistiendo a recitales con el tiempo, aunque reconoce que los primeros meses fueron difíciles. También ha trabajado con bandas, manteniendo un vínculo activo con la música. Sobre la reciente serie que retrata la tragedia, opina: “Refleja muy bien lo que vivimos los sobrevivientes, tanto inmediatamente después como con el paso de los años. Las secuelas psicológicas son inmensas”.

Cuando se le pregunta sobre los cambios desde entonces, Mariano es crítico. “En Capital Federal hubo avances en controles, pero en el interior del país no veo grandes mejoras. Cromañón no está registrado en gran parte de la sociedad actual, especialmente entre los jóvenes”, lamentó.


Las responsabilidades

“La música no mata”, sentenció al ser consultado sobre la responsabilidad de la tragedia. Para él, los principales culpables son Omar Chabán, dueño de Cromañón, y sus colaboradores, quienes habilitaron el boliche sin las condiciones necesarias. También apunta al Estado: “La falta de controles y la corrupción de los funcionarios de la Ciudad de Buenos Aires fueron determinantes”.

En cuanto a Aníbal Ibarra, entonces jefe de Gobierno, Mariano cree que su vínculo con Chabán no era casual. “Compartían el mismo edificio. Es imposible que no estuviera al tanto de las irregularidades. Firmó pedidos para que Chabán pudiera abrir Cromañón”, afirmó.

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