El fallecimiento de Beatriz Sarlo a los 82 años deja un vacío profundo en la cultura y el pensamiento crítico del país. Para reflexionar sobre su vida y obra, conversamos con Paulo Ricci, secretario de Desarrollo Cultural de Santa Fe, quien destacó su legado como una de las intelectuales más influyentes de su generación.

Una intelectual comprometida

“Sarlo no fue solo una escritora, ensayista, docente y periodista; fue, sobre todo, una intelectual comprometida con la cultura, la política y la literatura argentina”, afirmó Ricci. Su trabajo atravesó generaciones, desde sus inicios en los años 70 hasta su influencia en debates contemporáneos.

“Representa una generación de intelectuales que ha marcado nuestra realidad con análisis profundos y un compromiso que deja una vara muy alta. Su legado nos desafía a seguir pensando con la misma profundidad y rigor”, agregó.

Beatriz Sarlo y Santa Fe

La relación de Sarlo con Santa Fe fue especial. Ricci recordó las numerosas veces que visitó la ciudad, atraída no solo por su interés académico, sino también por sus vínculos personales con figuras como Juan José Saer, Raúl Beceyro y Marilyn Contardi.

“Conoció Santa Fe primero a través de la obra de Saer, particularmente su novela Responso, y luego en sus visitas personales. Cada vez que venía, lo hacía con humildad y compromiso. Jamás pidió un honorario por sus conferencias en instituciones públicas, solo pedía un buen vino y un lugar sencillo donde quedarse”, recordó Ricci.

El diálogo como herramienta

Uno de los aspectos más destacados de Sarlo, según Ricci, fue su capacidad para dialogar. “Para ella, la discusión era un género de pensamiento. Siempre buscó pensar con otros, incluso desde las diferencias. En tiempos donde es fácil desacreditar al otro, su ejemplo de construir pensamiento colectivo es más necesario que nunca”, reflexionó.

Desde debates televisivos memorables, como su participación en 678, hasta entrevistas recientes en plataformas como Gelatina, Sarlo mostró una constante apertura al intercambio de ideas, incluso con aquellos con quienes no coincidía.

Un ejemplo de coherencia y compromiso

Sarlo no solo reflexionó sobre la literatura, el cine o los fenómenos comunicacionales; también tuvo una fuerte presencia en la política. Desde su participación en el alfonsinismo hasta su apoyo a Hermes Binner en 2011, siempre defendió sus ideas con claridad.

“Su coherencia y valentía para debatir incluso en contextos adversos son un ejemplo para todos los que trabajamos en el ámbito cultural y político. Nunca cedió a las presiones ni permitió que la patotearan intelectualmente”, concluyó Ricci.

Por dónde empezar a leer a Beatriz Sarlo

Para quienes quieran adentrarse en la obra de Sarlo, Ricci recomienda explorar sus ensayos clásicos, que abarcan desde el análisis de la televisión y el cine hasta la literatura argentina y los fenómenos culturales contemporáneos.

“El legado más importante que deja Sarlo es su compromiso con las ideas y la cultura argentina. Nos invita a pensar con profundidad, a dialogar y a construir en conjunto, valores que hoy son más necesarios que nunca”, destacó.

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