En un fallo histórico, la Sala I de la Cámara Federal de San Martín dejó sin efecto el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) del Gobierno Nacional que proponía permitir a los clubes deportivos, asociaciones civiles sin fines de lucro, incorporar capitales privados y transformarse en sociedades anónimas deportivas. La decisión fue tomada de manera unánime, marcando un fuerte revés para el Ejecutivo y un triunfo para quienes defienden el modelo actual de gestión de los clubes.

El fallo destacó que no existía «necesidad y urgencia» para justificar un cambio tan abrupto en el esquema jurídico de los clubes. Según la resolución, la medida podría generar «daños irreparables» a las instituciones deportivas, beneficiando solo a un pequeño grupo económico en detrimento de la mayoría de los ciudadanos que participan en este sistema. En un contexto donde las asociaciones civiles han funcionado exitosamente durante décadas, los jueces consideraron que el decreto carecía de argumentos sólidos y necesarios para su implementación.

Este resultado judicial fue celebrado por la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), encabezada por Claudio «Chiqui» Tapia, quien se opuso al decreto desde el inicio. Tapia y la AFA han defendido de manera contundente la estructura actual, lo que también sirvió para frenar intentos del Gobierno de intervenir en la organización. El fallo no solo refuerza la postura de la AFA sino que también sienta jurisprudencia, mostrando que la resistencia al poder puede ser efectiva cuando se argumenta con coherencia y se utilizan los canales legales adecuados.

Por otro lado, este episodio deja en evidencia la estrecha relación entre política y fútbol, un vínculo que muchos hinchas todavía niegan. Como se demostró en este caso, las decisiones gubernamentales pueden afectar profundamente a las instituciones deportivas, obligándolas a enfrentarse a desafíos legales y políticos que trascienden lo deportivo.

La resolución también reaviva el debate sobre la planificación y la improvisación en las políticas públicas. Mientras que clubes como Lanús y Vélez Sarsfield han logrado grandes éxitos gracias a una planificación institucional a largo plazo, otros equipos enfrentan incertidumbre debido a decisiones apresuradas. En este contexto, la anulación del DNU no solo preserva el modelo actual, sino que también señala la importancia de mantener políticas coherentes y sostenibles en beneficio del deporte y la sociedad.

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