El primer cuarto fue del Tatengue, apoyado en su defensa y en su intensidad colectiva. Con un Bombino determinante y agresivo (8), Unión se escapó 10-2 en los primeros minutos. A Platense le costó el inicio, se mostró incómodo, errático y sin poder contrarrestar el momento del rival. Luego, el Calamar se acomodó de la mano de Flor y Barrales. El juego tuvo pasajes de gol por gol.
Con aciertos de Mitchell, Hure y Cosolito, el Rojiblanco sacó una máxima de 14 en la primera mitad del segundo cuarto (48-34). Platense, por su parte, buscó reaccionar de la mano de Flor, Bond Jr. y Banyard. El Calamar anotó con continuidad y salió de la sequía, pero siguió sufriendo en el otro costado ante un Tatengue lleno de confianza y muy eficaz. El primer tiempo, de goleo altísimo, favoreció 61-46 para el conjunto santafesino.
La historia cambió en el tercer cuarto. De la mano de un Flor intratable desde 6,75 y con Ianguas lastimando en la pintura, el Calamar aplicó un tremendo parcial de 14-0 en casi 4 minutos. Unión recién logró anotar promediando el segmento con un triple de Cosolito, pero el trámite ya era otro y el desarrollo se emparejó hasta su definición. El local contó con pasajes sin gol y debió apelar a su trabajo defensivo para sostenerse al frente.
El último cuarto no tuvo un equipo dominador. Ambos elencos se castigaron de forma continua, imponiéndose claramente los ataques por sobre las defensas. Flor fue la vía de gol en Platense en el tramo final, mientras que Unión se apoyó en el tándem Cabot-Bombino para desnivelar el encuentro y así se decretó el triunfo tatengue por 103 a 96.