En una fascinante entrevista, Mauro Bernardo De Giovanni nos sumerge en su inspirador trabajo como transcriptor de partituras de música al sistema braille. Su historia comenzó cuando, a los 19 años, tuvo un encuentro que cambió su vida con un compañero ciego en el instituto donde ambos estudiaban música. A partir de ese momento, Mauro se percató de una falta crucial: la ausencia de recursos accesibles en braille para estudiantes de música con discapacidad visual.

Desde esos primeros días, Mauro se dedicó a aprender el sistema braille y la transcripción musical, un camino que comenzó con el apoyo de personas como el maestro Juan Carlos Bertone y Graciela Palombi. A pesar de las limitaciones tecnológicas de la época, como la inexistencia de internet y herramientas digitales, Mauro persistió y comenzó a transcribir partituras manualmente con una máquina Perkins, creando así las primeras partituras accesibles para su compañero y otros estudiantes ciegos.

Una pasión transformada en una misión de vida

Lo que comenzó como un esfuerzo individual para ayudar a su compañero de estudios, con el tiempo se convirtió en una misión de vida. Mauro no solo logró dominar la técnica de transcripción musical en braille, sino que también fundó una biblioteca de partituras para músicos ciegos, un recurso invaluable para aquellos que buscan formarse en el arte musical.

Con el tiempo, y gracias a avances tecnológicos como el software braille que permite la transcripción digital y la impresión mediante impresoras especializadas, Mauro ha logrado crear una vasta biblioteca de partituras en braille que hoy en día se distribuyen no solo en Argentina, sino también a países como Nigeria, Costa Rica y Francia. Este logro se facilita gracias a la figura del «cecograma», un servicio del correo argentino que permite enviar material en braille de manera gratuita, tanto a nivel nacional como internacional.

El desafío de la inclusión

A pesar de los avances normativos en educación y discapacidad, Mauro resalta que aún existen muchas barreras para que las personas ciegas accedan a una educación musical plena. Sin embargo, su trabajo es una prueba de que con perseverancia, dedicación y creatividad, es posible lograr una verdadera inclusión. La posibilidad de que una persona ciega lea una partitura en braille, decodifique las notas y las reproduzca en un instrumento de manera autónoma es un paso gigantesco hacia la independencia y la igualdad de oportunidades en el ámbito musical.

Una red de apoyo internacional

El impacto del trabajo de Mauro va más allá de las fronteras argentinas. Ha colaborado con músicos y transcriptores de otras partes del mundo, como Adriano Chávez Esteira en Brasil, y continúa expandiendo su red de contactos a través de su cuenta de Instagram, donde ofrece partituras en braille a quien las necesite.

Gracias a su dedicación, hoy existen alrededor de 100 partituras disponibles en su biblioteca digital, y cada día Mauro trabaja incansablemente para sumar más. Su objetivo es claro: que ningún músico ciego se quede sin acceso al material necesario para desarrollar su talento.

Para quienes estén interesados en conocer más sobre el trabajo de Mauro o necesiten una partitura en braille, pueden contactarlo a través de su cuenta de Instagram, Partituras en Braille Santa Fe, o por WhatsApp, donde siempre está disponible para ayudar.

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