En una entrevista reciente en el programa Ciudadanos, el concejal de la ciudad de Santa Fe, Jorge Fernández, compartió su postura sobre el proceso de licitación y eventual adjudicación del mantenimiento y refuncionalización del alumbrado público de la ciudad.

Según el discurso oficial, la tercerización busca solucionar un problema evidente para los santafesinos: el deterioro del parque lumínico. Sin embargo, Fernández expresó serias inquietudes sobre la ejecución de este proyecto, calificándolo como «ineficiente» y cuestionando tanto los costos como la forma en que se estructuró la licitación.

Fernández explicó que, tras 17 años sin mejoras sustanciales, el Ejecutivo ha optado por un modelo que otorga a empresas privadas el control del alumbrado. Sin embargo, la experiencia piloto previa, en la que la empresa Manta Electric de Buenos Aires resultó adjudicada, ya había generado dudas. «El concurso de precios se realizó de forma precipitada, con tres empresas de Buenos Aires y ninguna santafesina. Esto fue una señal de alerta», afirmó Fernández.

Una de las principales preocupaciones del concejal es la falta de participación de empresas locales. Según explicó, se han incorporado requisitos inusuales, como la norma ISO 9001, que dificultan la participación de compañías santafesinas, dejando a Manta Electric como una de las pocas que cumple con los criterios. Aunque el pliego fue ajustado tras críticas iniciales, Fernández considera que las modificaciones solo «maquillaron» el proyecto.

El edil también cuestionó los costos involucrados. La inversión prevista es de 22.800 millones de pesos a cinco años, con una posible prórroga de dos años adicionales. A pesar de la magnitud de esta cifra, Fernández subrayó que no existe un informe técnico que justifique adecuadamente el gasto. «No hay relación entre el objetivo de mejorar el alumbrado y el costo que vamos a pagar», señaló.

Además, se estableció que el 70% de los empleados de las empresas adjudicatarias deben ser residentes de Santa Fe, algo que, según Fernández, no es un gran avance. «Es natural que las empresas contraten personal local, pero el verdadero problema es que la municipalidad seguirá teniendo empleados en el área de alumbrado público mientras las empresas privadas hacen lo mismo, lo que implica un gasto doble para los ciudadanos», explicó.

Fernández también hizo referencia a la división del parque lumínico en dos zonas, lo que abre la posibilidad de que dos empresas diferentes se encarguen de distintas áreas de la ciudad. Sin embargo, reiteró que el modelo sigue presentando múltiples trabas para una licitación abierta y transparente.

En cuanto al proceso político detrás de la iniciativa, Fernández criticó la falta de consenso en el oficialismo local. A pesar de que el intendente Poletti cuenta con una mayoría automática en el Consejo, varias iniciativas, como el caso de los «trapitos» y la emergencia económica, se han visto retrasadas o modificadas. «Hay demasiado ruido en el oficialismo, no tienen todos los patitos alineados», afirmó.

Para Fernández, la tercerización del alumbrado público representa un compromiso financiero a largo plazo que afectará al próximo gobierno municipal, y cree que la falta de transparencia y los altos costos perjudicarán a los ciudadanos. «No dudo de la capacidad técnica de quienes realizan estas estimaciones, pero el proceso necesita mayor seriedad y justificación», concluyó.

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