Desde 1924, el Club Atlético Gimnasia y Esgrima de Ciudadela ha sido un pilar en la historia del fútbol argentino y santafesino. Con la primera tribuna de cemento del país y un fuerte compromiso con su comunidad, el club sigue forjando su legado.

El Club Atlético Gimnasia y Esgrima de Ciudadela es más que una institución deportiva; es un símbolo de orgullo y tradición en la ciudad de Santa Fe. Fundado en 1924, cuando el fútbol apenas comenzaba a crecer en la región, el club rápidamente se destacó al consagrarse campeón del fútbol argentino en 1931. Este logro, el primero en la era profesional, puso el nombre de Gimnasia en la historia del deporte nacional.

Una de las joyas más preciadas del club es su tribuna Heriberto Osuna, la primera tribuna de cemento construida en la Argentina. Este monumento, que precedió incluso a la famosa tribuna de Independiente, es ahora un patrimonio cultural que refleja la grandeza de Gimnasia y Esgrima de Ciudadela. «Es un orgullo para la ciudad y la región», comenta un miembro del club, quien resalta el valor histórico de esta estructura emblemática.

Para muchos, como Ricardo, uno de los socios más antiguos, Gimnasia es mucho más que un club. «Para mí significa mucho. Hace 20 años que estoy en el club, y es muy importante para mí. Mis hijos se iniciaron aquí, y hoy uno de ellos es arquero de la primera», relata con emoción. La institución no solo es un lugar donde se practica deporte, sino también un espacio de formación y pertenencia para cientos de familias.

El club, que cuenta con alrededor de 250 socios adultos, se sostiene gracias al esfuerzo colectivo y a la participación activa de la comunidad. Además del fútbol, que sigue siendo la actividad principal, Gimnasia y Esgrima de Ciudadela ofrece una amplia gama de disciplinas como patín, gimnasia deportiva, taekwondo, y baile urbano. Con cerca de 300 chicos en la escuelita de fútbol, la institución sigue creciendo y consolidándose como un lugar donde se forman no solo deportistas, sino también personas con valores.

La comunidad es el alma del club, y el apoyo de los padres es fundamental. «Siempre que necesitamos hacer algún beneficio, están disponibles para ayudar. Sin ellos, no podríamos sostenernos», destaca Ricardo, quien también organiza torneos y eventos para recaudar fondos. Estos esfuerzos permiten que el club siga siendo un faro de esperanza y oportunidad en el norte de la ciudad.

Gimnasia y Esgrima de Ciudadela es, sin duda, un club grande e importante en la vida de muchos santafesinos, que sienten un profundo orgullo al vestir sus colores. Con una historia rica y un presente vibrante, el club continúa escribiendo nuevas páginas en su legado, siendo un ejemplo de lo que el deporte y la comunidad pueden lograr juntos.

Artículo anterior«El riesgo de la viruela del mono es una ruleta rusa»
Artículo siguienteLa UNL ahorró más de 40 millones en energía durante el primer semestre