Esta semana se anunció la compra de pistolas Taser para la policía de Santa Fe. Hablamos sobre el tema con el concejal Jorge Fernández quien se refirió a la necesidad de una reforma policial y la crisis socioeconómica que afecta a la ciudad de Santa Fe.
El concejal Jorge Fernández, se pronunció sobre la polémica en torno a la posible incorporación de pistolas Taser a la policía de la provincia de Santa Fe. El edil afirmó que, en lugar de centrarse en la adquisición de nuevas armas, el debate debería enfocarse en la implementación de medidas más integrales y estructurales para mejorar la seguridad pública. «Tendríamos que tener menos pistolas y más soluciones de fondo,» declaró, destacando la necesidad de abordar los problemas de seguridad desde una perspectiva más amplia y profunda.
Asimismo, enfatizó sobre la importancia de un entrenamiento especializado y protocolos claros para el uso de las pistolas Taser, subrayando que su eficacia depende en gran medida de la preparación de los agentes. «No se utilizan en cualquier situación y requieren un buen entrenamiento, algo que no siempre se garantiza en nuestras fuerzas policiales,» comentó. También mencionó que algunas organizaciones internacionales, como la Organización Mundial de la Salud y Amnistía Internacional, han expresado objeciones debido a los posibles abusos y efectos negativos de estas armas.
Más allá del debate sobre las Taser, el concejal insistió en la necesidad de una reforma policial profunda en la provincia de Santa Fe. Según Fernández, la policía debe adaptarse a los desafíos del siglo XXI, dejando atrás estructuras y prácticas anticuadas. «Estamos en el año 2023, pero algunas leyes y normas policiales datan de los años 50 y 60,» observó. Propuso una revisión integral de las bases institucionales de la policía para conformar una fuerza moderna y eficiente.
Por otro lado se abordó la creciente crisis socioeconómica que afecta a Santa Fe, con un aumento notable de la pobreza y la exclusión social. Fernández señaló que esta situación contribuye directamente al incremento de delitos predatorios, como robos y tentativas de robo, que afectan la calidad de vida de los vecinos. «La desigualdad y el abandono de ciertos barrios por parte del Estado están exacerbando los problemas de seguridad,» afirmó, subrayando la necesidad de políticas públicas que aborden estas disparidades.
Finalmente, Fernández hizo un llamado a una acción coordinada entre el gobierno municipal y provincial para enfrentar estos desafíos. Aunque reconoció algunos esfuerzos conjuntos en materia de patrullaje, consideró que las estrategias actuales no han sido suficientemente efectivas. «Los números de delitos predatorios han aumentado, lo que muestra que las estrategias de prevención no han funcionado,» concluyó. Para él, la solución pasa por una combinación de reformas estructurales en la policía y políticas socioeconómicas que mejoren las condiciones de vida en los barrios más vulnerables.
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