Este jueves, se realizaron asambleas por parte de los trabajadores municipales luego de que una trabajadora sea víctima de violencia laboral por parte de dirigentes de Asoem. El secretario general de Utram, Alberto Sosa, y la directora del Tribunal de Cuentas Municipal, Silvia Montrul, expusieron los hechos denunciados, entre otras irregularidades que atraviesas los municipales.
Este jueves, en todas las dependencias municipales, los agremiados a UTRAM se encontraron en estado de alerta y movilización. En diálogo con el programa de televisión ATP, Alberto Sosa, secretario general de Utram, y Silvina Montrul, directora del Tribunal de Cuentas Municipal, destacaron las diversas problemáticas que enfrentan los trabajadores municipales. Según Sosa, uno de los principales problemas es la entrega irregular de uniformes y equipos de seguridad, lo cual pone en riesgo la vida de los empleados, especialmente en áreas críticas como el alumbrado público. La falta de estos elementos esenciales no es un simple capricho, sino una necesidad urgente que el poder ejecutivo no ha abordado adecuadamente.
Otro punto crítico es la situación de precarización laboral que afecta a muchos trabajadores en diferentes áreas municipales. En Base Derqui, por ejemplo, numerosos empleados han trabajado durante años sin acceso a beneficios básicos como la obra social y el seguro de vida, realizando las mismas tareas que el personal efectivo. Esta discriminación en el ingreso a planta permanente es una fuente de preocupación constante para el sindicato, que ha estado en conversaciones con el ejecutivo sin obtener respuestas satisfactorias.
En el Teatro Municipal, la situación es aún más grave, con un delegado acusado de ejercer violencia contra sus compañeras. Montrul reveló que, a pesar de las denuncias formales, el protocolo de violencia laboral no se ha aplicado, dejando a las trabajadoras desprotegidas. Utram está tomando medidas para brindar asistencia psicológica a las víctimas mientras continúan presionando por una solución justa y equitativa.
Silvia Montrul también compartió su experiencia personal de persecución laboral por parte de Asoem, el sindicato municipal dominante. Montrul explicó que su negativa a afiliarse a Asoem y a someterse a sus prácticas ha resultado en una serie de denuncias falsas y hostigamiento continuo. A pesar de las dificultades, ella ha mantenido su compromiso con la objetividad y la transparencia en su rol, acudiendo incluso a la justicia penal para proteger sus derechos y los de sus colegas.
«Mi cargo es directora de Fiscalía Jurídica del Tribunal de Cuentas Municipal. Es un cargo estratégico. Mi área emite el último dictamen controlando todas las contrataciones que realiza el intendente y los organismos descentralizados y autárquicos. Tengo una persecución porque no soy afiliada a Asoem, no soy afiliada al Club de Campo al que obligan a afiliarse a los compañeros con promesas de subrogancia y mejora de su situación.»
Sosa enfatizó la necesidad de que los protocolos de violencia laboral se apliquen de manera equitativa y que todos los trabajadores reciban un trato justo. Subrayó la importancia de una nueva corriente sindical que promueva la igualdad y la justicia sin interferencias indebidas. Utram continuará trabajando para asegurar que los derechos de los trabajadores municipales sean respetados y protegidos en todas las áreas de la administración pública.
Por último, Silvia contó: «El año pasado se le otorgaron dos categorías a una persona que no va a trabajar y pertenece al gremio, y otra empleada que en cinco años le dieron dos categorías. No estoy en contra de la mejora del puesto de trabajo de los integrantes del tribunal, pero ¿por qué solo a dos personas? y sumó sobre sobre las denuncias falsas y el protocolo de violencia laboral:
«Me empezaron a realizar falsas denuncias de hostigamiento laboral. Una de ellas, Grael, tiene una licencia gremial y no va a trabajar. Esta denuncia es falsa. Hice la denuncia por falsa denuncia, pero el protocolo de violencia laboral fue hecho a medida de Asoem. Ellos utilizan ese protocolo para impulsar a agentes a realizar denuncias falsas, y esas denuncias prosperan.»
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