El abogado e integrante del Colegio, Federico Kiener, reflexionó sobre la problemática de la delincuencia juvenil y la propuesta de reducir la edad de imputabilidad, destacando la importancia de un enfoque integral y la necesidad de recursos adecuados para la resocialización.

Días atrás, la ministra de seguridad, Patricia Bullrich, junto al ministro de Justicia, Mariano Cuneo Libarona, presentaron el proyecto para bajar a 13 la edad de imputabilidad en Argentina, medida que el gobernador, Maximiliano Pullaro, celebró. En esta misma línea, dialogamos en el programa de televisión ATP, con el integrante del Colegio de Abogados, Federico Kiener, quien se refirió al proyecto y aseguró no estar de acuerdo con la postura de Pullaro.

Kiener destacó que, aunque los menores cometen delitos, los últimos diez delitos de mayor resonancia pública en Argentina no fueron perpetrados por menores. Según el abogado, esto indica una percepción errónea de la delincuencia juvenil. «Es más fácil decir ‘hay que bajar la edad de imputabilidad’, pero hay que considerar la influencia de los mayores en estos casos,» subraya. Para él, la clave está en estudiar profundamente la problemática y enfocar esfuerzos en quienes incitan a los menores a delinquir.

Asimismo, enfatizó en la falta de recursos adecuados para implementar un sistema que realmente resocialice a los menores infractores. «La República Argentina no tiene hoy por hoy los recursos necesarios, ni humanos, ni económicos,» aseguró. Además, destacó que una persona menor no debería estar alojada en una cárcel común, ya que esto solo contribuiría a que se conviertan en delincuentes más peligrosos. Kiener planteó la necesidad de discutir qué tipo de servicio penitenciario se quiere: uno que elimine al delincuente o uno que busque su reinserción social.

El contexto internacional y los tratados

El invitado advirtió sobre el peligro de adoptar medidas punitivistas sin considerar el marco internacional y los tratados a los que Argentina está suscrita. «Si sancionamos la baja de la edad de imputabilidad, también vamos a estar incumpliendo un tratado internacional,» advierte. Además, cuestionó si realmente la situación en Argentina es comparable con la de otros países que enfrentan problemas mucho más graves de criminalidad juvenil. Para él, es fundamental estudiar profundamente las legislaciones y contextos de países de América Latina antes de tomar decisiones drásticas.

Finalmente, Federico Kiener hizo un llamado a la reflexión y a un debate serio sobre la delincuencia juvenil. «Es más fácil para mí decir que no estoy de acuerdo con el gobernador, pero eso sería desviar el problema,» comenta. Propone un enfoque que no solo incluya medidas punitivas, sino que también aborde las causas subyacentes de la delincuencia. «Hay otros caminos para solucionar estos problemas que nos saldrían menos recursos que el derecho penal,» concluye, resaltando la necesidad de trabajar desde la seguridad social y la familia para prevenir que los menores delinquen.

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