Mauricio «Caníbal» La Ferrara, mano derecha de Esteban Lindor Alvarado, fue capturado en Pueblo Andino tras ocho meses prófugo. La detención es un logro significativo para la gestión del gobernador Maximiliano Pullaro y el Ministerio de Seguridad provincial.

En una operación coordinada entre las fuerzas de seguridad y la justicia federal, Mauricio «Caníbal» Laferrara, uno de los criminales más peligrosos de Santa Fe, fue capturado en Pueblo Andino. Laferrara, conocido por su papel como jefe de sicarios para el narcotraficante Esteban Lindor Alvarado, había escapado de la cárcel de Devoto en octubre del año pasado. Su detención marca un hito en la lucha contra el crimen organizado en la provincia.

Esteban Santantino, portavoz de la gestión de seguridad del gobernador Maximiliano Pullaro, explicó que la captura fue posible gracias a la implementación de una estrategia de inteligencia criminal. «Santa Fe es la primera y única provincia con una ley de inteligencia criminal, lo que nos permitió seguir un ciclo de inteligencia: establecer un objetivo claro, reunir información, analizarla y difundirla para que los responsables puedan tomar decisiones», detalló el títular del área de Análisis y Gestión de la Información. La operación se centró en el seguimiento de Laferrara y sus contactos familiares, lo que finalmente llevó a su detención.

Pueblo Andino, una localidad conocida por su tranquilidad, se convirtió en el escondite de Laferrara durante seis de los ocho meses que estuvo prófugo. Según Santantino, el criminal eligió este lugar por ser menos llamativo en comparación con otras áreas. «Laferrara fue encontrado en un contexto familiar, lo que permitió confirmar su presencia y trabajar con la justicia federal para su captura», agregó. La operación culminó sin resistencia por parte del detenido, quien se lamentó al ver que era nuevamente aprehendido por las autoridades de Santa Fe.

Además de la captura de Laferrara, las autoridades manejan la hipótesis de un posible ataque contra el gobernador Maximiliano Pullaro. Desde que asumió el cargo, Pullaro ha enfrentado una serie de amenazas y atentados, incluyendo ataques a balazos y carteles intimidatorios. Estos incidentes, según Santantino, reflejan el impacto de la lucha contra el crimen organizado que ha emprendido el gobierno provincial. «Estamos preparados y ocupados en asegurar la protección del gobernador y continuar nuestra misión de desmantelar las estructuras mafiosas», afirmó, subrayando el compromiso del gobierno en mantener el Estado de derecho en Santa Fe.

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