Analizamos el contexto político, social y económico con el abogado y ex candidato a intendente de Rosario, Roberto Sukerman. Para el dirigente del PJ, la tolerancia de la calle está llegando a su límite tras las medidas de Javier Milei.

En una entrevista reciente en el programa Ciudadanos, el abogado y exfuncionario, Roberto Sukerman, compartió su análisis sobre la grave crisis económica y social que atraviesa el país. Sukerman señaló que la situación actual es insostenible y que las medidas adoptadas hasta el momento no han logrado frenar el deterioro de la calidad de vida de los ciudadanos.

«La situación económica y social del país es insostenible», afirmó Sukerman, destacando la creciente desigualdad y la falta de oportunidades laborales. Según él, la inflación y la devaluación han erosionado el poder adquisitivo de las familias, empujándolas a una situación de desesperación y frustración.

El abogado también hizo hincapié en la necesidad de implementar reformas estructurales profundas. «No podemos seguir con parches temporales», advirtió. «Se requieren cambios de fondo en la política económica y social para revertir esta tendencia negativa y ofrecer un futuro mejor a las próximas generaciones».

El entrevistado subrayó que, además de las medidas económicas, es fundamental recuperar la confianza en las instituciones y promover un diálogo constructivo entre todos los sectores de la sociedad. «La desconfianza y la polarización solo agravan la crisis», señaló. «Es momento de unir esfuerzos y trabajar juntos para encontrar soluciones sostenibles».

Por otro lado, hizo un llamado a la responsabilidad y al compromiso de los dirigentes políticos y sociales. «La gente está al límite de su tolerancia», concluyó. «Es hora de actuar con seriedad y compromiso para sacar al país de esta difícil situación y construir un futuro más justo y equitativo para todos».

Finalmente, Sukerman abordó la crisis en el sistema de transporte público, que, según él, es un reflejo más de la situación general del país. «El deterioro del transporte público afecta directamente a la vida cotidiana de los ciudadanos», explicó. «Las tarifas elevadas, la falta de mantenimiento y la escasez de unidades son problemas que requieren una atención urgente. Sin un sistema de transporte eficiente y accesible, se dificulta el acceso al trabajo y a los servicios esenciales, agravando aún más la crisis social».

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