Las tareas se realizan cumplimentando la orden judicial para la zona donde hubo enterramientos clandestinos durante la última dictadura.
El secretario provincial de Derechos Humanos, Emilio Jatón, Juan Nobile, referente del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF), y Hugo Kofman, del Foro Contra la Impunidad y por la Justicia, brindaron este lunes detalles sobre las excavaciones que se llevan adelante en el Campo San Pedro, predio del Ejército Argentino que fue utilizado como un “campo de enterramientos clandestinos” durante la última dictadura militar.
En el ingreso al predio –ubicado en la localidad de Campo Andino a 12 km de la ciudad de Laguna Paiva–, Jatón señaló: “Estamos en un lugar que ha sido ya determinado como un espacio de exterminio, donde hubo matanzas, donde se encontraron cuerpos y donde se viene trabajando desde hace mucho tiempo, hace más de 15 años”.
Luego, el funcionario precisó que se desde ayer se retomaron las excavaciones en una labora compartida por el (EAAF) y el Foro Contra la Impunidad.
Además, Jatón remarcó que esta tarea que lleva adelante la provincia “tiene que ver con la vida de los santafesinos, tiene que ver con que la Memoria, la Verdad y la Justicia siempre estén presentes”. Y finalizó: “Este es un lugar emblemático donde la tierra, donde el espacio habla y hay que seguir encontrando respuestas en este lugar, en el Campo San Pedro».
En tanto, Nobile, referente del EAAF, contó que el objetivo “es hallar fosas clandestinas, el trabajo lo venimos haciendo ya desde 2007” y recordó que “en 2010 pudimos hallar una fosa con ocho individuos y de los cuales ya fueron identificados seis y restituidos a sus familiares. La idea es siempre darle continuidad ante las distintas gestiones, aquí en la provincia se le ha podido dar continuidad, así que agradecidos a la Secretaría de Derechos Humanos”.
A su turno, Hugo Kofman, del Foro Contra la Impunidad y por la Justicia, expresó: “Como organismo de derechos humanos, además de acompañar estos trabajos, somos parte de búsqueda de testigos, que han sido peones de campo y que han trabajado muchos años acá, que fueron los que al no haber sobrevivientes en este lugar, porque fue un lugar netamente de exterminio, los únicos que pueden hablar sobre esto y dar sus testimonios”.
“Este lugar fue parte del circuito represivo, tanto de Santa Fe y Rosario, toda la zona centro-sur de la provincia, como parte del plan sistemático de exterminio de la dictadura militar”, fundamentó Kofman, mientras expresó que, en función de testimonios, “puede haber certezas”. “Hablan que pueden haber varias decenas de cuerpos, testigos que han hablado de que los militares traían los prisioneros para fusilarlos y enterrarlos en la zona”.
Gracias al trabajo de investigación de distintos organismos gubernamentales y no gubernamentales, sumado al testimonio del encargado del campo, de vecinos y de un ex Personal Civil de Inteligencia (PCI), se pudo constatar y determinar que el lugar fue utilizado como un centro de enterramientos clandestinos. A partir de esta certeza, en 2010 el Equipo Argentino de Antropología Forense encontró restos de ocho personas en una fosa común de las cuales se logró identificar a seis desaparecidos: María Esther Ravelo, Gustavo Pon, María Isabel Salinas, Carlos Bosso, Oscar Winkelmann y Miguel D’Andrea.