Lo expresó Eduardo Mascheroni, especialista en Derecho Registral e Inmuebles, ante los últimos anuncios del Ministerio de Justicia de la Nación. ¿Cómo funcionan los registros automotores?

El 3 de mayo último, el Ministerio de Justicia de la Nación comunicó el cierre del 40% de los registros automotores, la reducción del personal en la Dirección de Registros Automotor y la eliminación de la cédula azul, entre otras cuestiones. Frente a este nuevo panorama, Eduardo Mascheroni, especialista en Derecho Registral e Inmuebles, brindó una serie de precisiones e hizo hincapié en que no disponer de la propia cédula “no es conveniente en función de la seguridad jurídica en las transacciones”.

En comunicación con Ciudadanos (que se emite este domingo, a las 20, por Somos Santa Fe, Somos Rafaela y Somos Rosario), el especialista indicó que la eliminación del Formulario CETA no acarrea mayores dificultades, aunque sí era clave que su función implicara la declaración en la Afip de un auto usado.

Hasta el momento, no se implementó la eliminación de la cédula azul. Pero una vez que suceda, “supondría que ‘si vos querés prestarme tu auto, lo podrías hacer sin la necesidad de tener un permiso y podría conducir tu vehículo, pero la responsabilidad civil sigue siendo tuya, como el pago de la patente’”. Dicho de otra forma, “no se ve con buenos ojos que se elimine la cédula porque ello significaría que si ‘me vendés tu auto por boleto, yo no estaría obligado a inscribir la transferencia’ –remarcó Mascheroni–. Se volvería a 40 años atrás cuando se implementó la denuncia de venta, que la justicia ha logrado corregir en buena medida. Pero no es conveniente en función de la seguridad jurídica en las transacciones”, fundamentó el especialista.

De igual forma, Mascheroni ilustró cómo funciona el registro de automotores en nuestro país. En rigor, se trata de un sistema público, pero de gestión privada. Y, además, “el registro se autogestiona”. “El encargado del registro es un funcionario público, pero el personal revista como empleados de comercio”, explicó.

Según un repaso histórico más que pertinente, “en 1988, se incorporó el cobro, la percepción, del impuesto de sellos de las provincias, del impuesto a la patente y desde 2009, las multas por infracciones de tránsito”.

Ya en nuestro presente, “la pretensión que tiene el gobierno nacional es que estos registros modifiquen su funcionamiento, de modo tal que dejen de percibir los impuestos provinciales y las multas de tránsito, que eso quede exclusivamente en manos de las provincias y de los municipios. Para eso habría que revisar los convenios celebrados hace más de tres décadas”, ilustró Mascheroni.

También desde la gestión de Javier Milei, se busca implementar un sistema remoto. Esto es, “una página web o aplicación a la que ingresaría el usuario o los gestores”. Sin embargo, “para implementar esto habría que buscar un sistema, que no existe prácticamente en ningún lugar del mundo, para probarlo. De hecho, las gestiones están digitalizadas. Pero para cumplir con las metas que sugirió el Ministerio de Justicia día atrás habría que desandar un camino que demandaría al menos dos o tres años para poder implementarlo”, advirtió.

Otra cuestión a tener en cuenta radica que entre 1960 y 1990, los registros eran asignados por el Poder Ejecutivo Nacional. “Eran dependencias pequeñas porque había un elevado incumplimiento de la obligación de inscribir el vehículo, de transferirlo e inscribir la transferencia. Por ende, eran oficinas menores”.

Ya a partir de fines de la década del 80, “comenzaron a tener recursos suficientes para mejorar esa atención y poder lograr que haya seguridad jurídica en las transacciones”. De lo contrario, “no había certeza si se compraba un auto robado o que tenía códigos adulterados”. A partir de 1990 hubo “un notable mejoramiento del funcionamiento de los registros”, lo cual permitió, entre otras cuestiones, “señalar que las asignaciones hechas a dedo eran para amigos del poder”.

Luego, en 2003 se dictó un régimen de concursos y se incorporaron nuevos encargados de registros. En efecto, “se crearon muy pocos registros”. “Actualmente, hay 1555 y en 2003, había 1300 registros”, sintetizó Mascheroni.

FuenteRDP
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