El gobierno nacional oficializó este jueves el traslado de la suba de mayo a junio. Sin embargo, la nafta y el gasoil aumentaron de igual forma.
El gobierno nacional oficializó este jueves la postergación del aumento en el impuesto sobre los combustibles líquidos (ICL), al trasladar los efectos de la suba de mayo a junio, mediante el Decreto 375/2024 publicado en el Boletín Oficial.
De esta manera, el Ejecutivo definió diferir la actualización correspondiente al cuarto trimestre de 2023 de los Impuestos sobre los Combustibles y al Dióxido de Carbono para la nafta sin plomo, la nafta virgen y el gasoil, al 1 de junio de 2024.
En el documento oficial, se explicó que se resolvió posponer el incremento “con el fin de estimular el crecimiento de la economía garantizando un sendero fiscal sostenible”. Además, desde el Gobierno indicaron que “la medida garantiza previsibilidad al sector y establece que no habrá incremento alguno, por dichos conceptos, en el mes de mayo”.
A pesar de la postergación en la suba del tributo, la nafta y el gasoil aumentaron desde este 1 de mayo un 4% debido a la devaluación mensual del peso frente al dólar del 2% y el aumento del barril del petróleo. En caso de haberse aplicado la actualización prevista, se calcula que el incremento habría alcanzado el 8%.
El impuesto
La actualización del impuesto ya había sido postergada, por la actual administración de Javier Milei, a fines de enero cuando se fijó el 1 de mayo como fecha para aplicar el último tramo de las subas correspondientes a los trimestres del año pasado.
La decisión de posponer nuevamente el aumento había sido anticipada por el Ejecutivo junto con la postergación de los ajustes en las tarifas de luz y gas, con el objetivo de consolidar la reducción de la inflación, registrada en las últimas semanas.
Al respecto, el ministro de Economía, Luis Caputo justificó la medida, en su cuenta de X, asegurando: “Porque estamos cómodos en lo fiscal, priorizamos bajar la inflación y no cargar más con gastos de momento a la clase media».