El exlegislador analizó la agenda pública dirigida por el oficialismo en la provincia. Con la figura de Javier Milei, ¿cómo se reconfiguró el quehacer político?
“El gobierno de Javier Mieli es un museo de viejas novedades y el futuro que repite el pasado”. Con una cita del grupo Bersuit Vergarabat, el exdiputado provincial Leandro Busatto cotejó la coyuntura presente con las políticas de ajuste aplicadas por José Alfredo Martínez de Hoz, durante la última dictadura cívico militar, y las de Carlos Menem a lo largo de la década del 90.
En una entrevista con ATP, el dirigente justicialista analizó que, en la historia de la vida democrática del país “hacía mucho que no se sentía tanta brutalidad”, en la medida que el líder libertario “rompe” con presupuestos básicos como la educación y la salud pública. En el marco de un siglo XXI ya avanzado y las formas de comunicación social digitalizadas, Busatto no dejó de referir que “los códigos de la política han cambiado y hay discusiones nuevas”. Dicho de otra forma, la figura de Milei conlleva “una incorrección política absoluta y es un mensaje que nos cuesta codificar”.
Con relación a la realidad del PJ y su rol como fuerza opositora, Busatto repasó que de la mano del kirchnerismo “hubo muchos dirigentes políticos que han podido crecer en los últimos 20 años y han tenido oportunidades de crecer y de protagonizar”. “Pudimos romper la inercia de ese momento, que era la de un partido más comarcal, más de linaje. En 2003, le dimos un sacudón a la política”.
Ahora bien, “¿qué es el peronismo hoy?”, planteó el exprecandidato a gobernador en virtud de los actuales procesos sociales que afectan el quehacer político. “Hoy no existe tanto el militante, como el adherente. Los ciudadanos adhieren a determinadas políticas, muy ceñidas a un personaje, pero no a una plataforma programática –distinguió–. Hay que decodificar que la correspondencia con la política es diferente”. De todas maneras, “el peronismo sigue representando a los saberes populares, pero eso también está en crisis”. “Hace 20 años que el peronismo no discute una reforma laboral. ¿Por qué los liberales lo van a hacer? Lo mismo ocurre con la seguridad. Se sigue oponiendo punitivismo o garantismo, como si los peronistas tuviésemos la mano blanda para el delito”, ilustró al abrir los debates que en la actualidad son necesarios y no necesariamente suponen “ajuste, represión, capitalismo salvaje, achicamiento del Estado”, tal como lo impone el gobierno libertario.
Ante la consulta sobre la reforma del Código Procesal Penal –ya aprobada por la Legislatura provincial–, Busatto no anduvo con rodeos: “Quisiera saber qué piensa el peronismo. Hay una ausencia de vocerías en el peronismo. Si lo piensan no lo han hecho públicamente”. Desde su perspectiva, la agenda que impulsa la gestión de Maximiliano Pullaro lleva las de ganar y la oposición “evita discutir el tema”. “Es un problema práctico. (La reforma) le da mayores facultades a la policía. Salió una reforma adaptada a la coyuntura, que es desesperada. Deberíamos ponernos de acuerdo en una reforma policial. Tenemos una fuerza de seguridad con leyes de los ’70 y ’80 y estamos en el siglo XXI”, objetó y profundizó en torno al imaginario que despierta el término reforma como si el propio fuese inexorablemente restrictivo. “La palabra reforma es para que la policía tenga mejores condiciones y la gente se sienta más segura. No creemos en el fin del Estado, pero que queremos adquirir eficacia y tener un Estado moderno”. Hoy, “el desafío es romper las paredes de las instituciones y recuperar el espíritu peronista que otorga expectativas de vivir mejor, y eso es el peronismo. Si no es la casta de la que habla Milei. El problema del peronismo es hacer una programa de cara al siglo XXI”, instó Busatto. Ya en torno al presente y al futuro del PJ santafesino, afirmó: “No tengo ni idea quién manda hoy. No creo que ningún dirigente represente al todo del peronismo, ni siquiera los acuerdos que existen”, concluyó.